El juez Bosch intenta arrojar algo de luz (y de opinión) en el caso de Ana Obregón
En Twitter muchos le dan las gracias.
Es el tema del día. La revista ¡Hola! lo adelantó y ella misma lo ha confirmado. Ana Obregón ha hecho uso de un vientre de alquiler en Miami (Estados Unidos) y en España no se habla de otra cosa.
Ella misma ha hablado del asunto en su perfil oficial de Instagram donde ha declarado: "Nos pillaron. Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir".
Políticos de todo signo de han pronunciado sobre el asunto y la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha llegado a decir en los pasillos del Congreso que la nueva ley de derechos sexuales y reproductivos aprobada por el Ejecutivo ve la gestación subrogada "como una forma de violencia a las mujeres".
El juez Joaquim Bosch ha querido arrojar algo de luz en el asunto y ha elaborado un extenso hilo donde ha explicado "algunas cuestiones problemáticas" sobre una práctica que en España está prohibida.
Ha afirmado el juez que "el mercado no puede ampararlo todo cuando concurren límites éticos y jurídicos, así como espacios de protección de menores y de las mujeres afectadas" ya que esto abre la vía de que, por ejemplo, también se puedan comprar libremente niños y niñas.
"Tampoco es admisible lo de que cada cual haga lo que quiere con su persona. Alguien en estado de necesidad puede aceptar un contrato de esclavitud y pedir que el Estado no se interponga en su libertad. Pero eso sería inconstitucional y contrario a la dignidad de la persona", ha comentado en otro tuit.
Después de hablar de que hacer uso de los vientres de alquiler está prohibido en España ha señalado que "hay un vacío legal sobre esta cuestión": "Hay algunos países que sí la permiten, lo cual ha posibilitado hasta ahora que se contrate la gestión subrogada en otros lugares y, tras el pago del precio, se inscriba registralmente después en nuestro país".
Gracias a su experiencia en el registro civil puede afirmar que "la situación jurídica actual es tremendamente confusa": "La discutible permisividad normativa y la falta de regulación legal lleva a multitud de problemas en el registro civil, en función de los convenios internacionales, de la existencia de resolución judicial en el país de origen o de la propia situación de los menores".
Después ha dado pie a hablar de su opinión personal al respecto y ha comentado que habría que acabar con ese vacío legal del que ha hablado antes: "Creo que hay razones éticas y jurídicas que lo justifican".
"Pienso que los seres humanos no deben mercantilizarse. Creo que la dignidad humana implica que cada persona debe ser un fin en sí misma. Y los menores y las madres gestantes no pueden ser un instrumento al servicio de los deseos de otras personas", ha señalado.
Para acabar ha comentado que "los deseos de las personas sobre su maternidad o paternidad pueden ser muy respetables, pero no pueden tener carácter absoluto o ilimitado" ya que "la libertad individual acaba allá donde empiezan los derechos de otras personas y la dignidad humana".
