Enrique Collada: así es el día a día del alcalde veinteañero más viral de TikTok
"El ser humano es la especie en peligro de extinción en este pueblo: hay más ciervos que personas".
Enrique Collada podría ser un joven más: tiene 27 años, una cuenta de TikTok donde le llaman Kike (@kikecollada) y es ingeniero de telecomunicaciones. Pero hay algo que le diferencia, y de qué forma, del resto de los de su quinta: es, nada más y nada menos, que alcalde de su pueblo.
Collada ostenta desde hace un año el bastón de mando de El Recuenco, una localidad de menos de 100 habitantes en Guadalajara y, por si esto fuera poco, es también presidente de la Mancomunidad del Alto Tajo, un mandato que comparte en redes sociales y que ha despertado tanta curiosidad que le han convertido en todo un personaje viral de TikTok.
Bueno... al menos debe de estar forrado, podrían pensar muchos. Pero nada más lejos de la realidad, ya que Collada ha asegurado en una entrevista con el HuffPost que no cobra absolutamente nada por estas funciones, es más, que incluso pierde dinero.
El joven alcalde, que estudió Ingeniería de Telecomunicaciones e Ingeniería Informática, trabaja como autónomo para poder subsistir, por lo que dedicarse también a las labores de regidor no sólo le genera desembolsos económicos, como la gasolina o gastos urgentes que a veces tiene que adelantar de su bolsillo, sino también costes de oportunidad, no destinando más tiempo a sus proyectos remunerados.
En este sentido, Collada ha apuntado que dedica más del 50% de su tiempo a las labores ligadas al mandato, pero que esto sí que tiene una remuneración, aunque no sea económica, y es que para él esta posición es "una manera de devolverle al pueblo todo lo que te da". "Te tiene que gustar meterte en jaleos, eso sí", ha bromeado.
El alcalde ha explicado que él siempre ha estado muy involucrado en su pueblo, ya que de pequeño organizaba actividades y de joven proponía proyectos junto a una organización, así que meterse en política ha sido "un paso más" de cara a poder poder impulsar sus propósitos para revitalizar el municipio.
Sin embargo, Enrique no nació ni vivió en el pueblo, aunque siempre ha estado estrechamente vinculado, ya que realmente El Recuenco es el lugar de procedencia de su padre y su abuelo y él nació en Alcalá de Henares, donde vivió hasta los siete años para luego mudarse a Cabanillas del Campo y, posteriormente, volver a Madrid para estudiar la carrera.
Y fue en su etapa universitaria cuando se empezó a implicar más profundamente en proyectos relacionados con el municipio, por lo que finalmente decidió mudarse al acabar la carrera y presentarse como alcalde por el PSOE, ya que este es el sitio en el que realmente le gusta vivir.
"Me gusta mucho el campo, la cercanía, los planes sencillos, ver a los vecinos... también el coste de la vida, aquí puedo tener una casa más grande, claro. En mi día a día aquí estoy a gusto, y estar aquí me permite hacer muchas más cosas por el pueblo", ha relatado.
Sobre cómo es el día a día de un alcalde de un pueblo tan pequeño, Collada ha explicado que hay de todo menos rutina y que es prácticamente imposible describir un día tipo porque se combinan mucho las tareas que necesita x vecino con pensar en proyectos de desarrollo.
Aunque lo de pequeño es relativo... Ya que ha matizado que la densidad de población también fluctúa mucho según la época del año en la que se contabilice: "En diciembre somos diez personas pero en agosto, en fiestas, 1.200. La población flotante es impresionante. Y claro, ¿cómo dimensionas unos servicios públicos para esta población flotante con un presupuesto que en teoría es de 70 personas?", ha planteado.
"Hay muchos frentes abiertos, y yo tengo la suerte de querer meterme en 20.000 líos con muchas ganas", ha asegurado, aunque también ha destacado que la mayor dificultad a la que se enfrenta es la escasez de recursos humanos y técnicos, más incluso que económicos.
Pese a su entusiasmo, ha reparado en que también hay otros compañeros que, o bien son más mayores, o bien tienen otros trabajos que no les permiten dedicar más horas a las gestiones públicas, cosa que empequeñece las posibilidades de los municipios. "No sólo se puede vivir de intenciones, y no tenemos mucho apoyo por parte de otras entidades o administraciones", ha lamentado.
"Es tan injusto que vivamos en la indigencia económica y en la irrelevancia política sólo por el hecho de ser pocos", ha censurado, explicando que realmente "son inmensamente ricos" ya que cuentan con todos los recursos necesarios para la vida y que, además, se prestan para el resto de habitantes del mundo urbano también.
"Lo que estamos gestionando desde aquí es un servicio para la sociedad, y de eso deberíamos ser más conscientes todos. El agua del grifo que sale en Madrid o los materiales con los que se hacen las casas, por ejemplo. Todo sale de aquí y, en cambio, aquí nos vemos asfixiados para tener una buena red de saneamiento de agua o para disponer de buenos servicios públicos de transporte".
En este sentido, ha criticado que muchas veces en política se piensa que los pueblos son poco más que un gasto solidario, que la inversión en ellos no deja de ser dinero tirado en unos lugares que dentro de poco estarán completamente abandonados.
Y esta es una visión totalmente contraria a la que comparte Enrique, aunque sí que ha puntualizado que el riesgo de desaparición es real, y que este es uno de los grandes retos. "Ya no estamos hablando de un riesgo de despoblación, sino de un riesgo de desaparición. Y no es lo mismo tener que impulsar algo que tener que regenerarlo", ha matizado.
En referencia a este tema, ha relatado que la zona en la que se encuentra su pueblo es "probablemente de las peores de Europa", ya que la densidad de población está en 0,77 habitantes por km2, y cabe recordar que la ONU establece como desierto demográfico los 10 habitantes por km2. "Nosotros no llegamos a uno. Y esto sobe los empadronados, que son un 50% de los que realmente viven todo el año", ha puntualizado.
"El ser humano es la especie en peligro de extinción en este pueblo. Es así, hay más ciervos que personas", ha bromeado, comentando que sólo hay cinco personas menores de 30 años, incluyéndole a él.
Para revertir esta situación, el regidor y su equipo -que está únicamente compuesto por dos concejalas, una secretaria interventora, un auxiliar y una limpiadora- entienden que su principal función es "ser embajadores de nuestro pueblo y conectores con las personas y las oportunidades", motivo por el que se lanzaron a abrir la exitosa cuenta de TikTok, a través de la que quieren enseñar con naturalidad cómo es la vida de un alcalde de pueblo.
"Una amiga y yo decidimos abrir la cuenta para mostrar que la política va más allá de la M-30, que se puede seguir siendo una persona que baila, que está con sus amigos y que disfruta y, a la vez, implicarse y gestionar un pueblo. Es una forma diferente de entender la política", ha explicado, además de utilizar la red social como una vía para promocionar el territorio.
En cuanto a críticas, empezamos por las suyas. Collalba ha destacado que en el mundo actual parece que queremos vivir todos en el 20% del país, cuando el otro 80% está por aprovechar.
"Que es verdad que esto tampoco es para todos, y es normal que haya gente que prefiera vivir en el mundo urbano", ha comprendido, pero, aún así, ha invitado a la gente a que pase a conocer los pueblos, ya que considera que falta un imaginario colectivo en el que los pequeños municipios se vean como una opción y una oportunidad. "Hay que crear ese imaginario colectivo de lo que es vivir en un pueblo, porque no puedes amar lo que no conoces", ha asegurado.
Además, ha destacado que considera que a veces se confunde, sobre todo la gente más joven, el estar todo el tiempo rodeado de estímulos con ser más felices, aunque muchas veces ni siquiera se pueda tener acceso a esos estímulos.
"Tener la ópera a 15 minutos y no ir en toda tu vida... quizás te va a hacer mucho más feliz poder salir a dar un paseo con tus amigos por el campo. A veces parece que necesitamos estar rodeados de un montón de cosas que no nos podemos permitir o de las que no hacemos uso, pensando que todo eso es necesario para ser más felices, cuando a lo mejor se puede disfrutar más de cosas más básicas", ha comentado.
Más enfocado a los agentes políticos, Collalba también ha lanzado una reflexión, incidiendo en que las leyes estatales muchas veces no aplican en las realidades del mundo rural. "A veces no sé si algunas leyes tendrán que ver con un pueblo de Marte, porque desde luego el Congreso no está pensando en un pueblo de España cuando está haciendo según que cosas", ha ironizado.
Pero hablando de críticas... él también ha recibido. Aunque no demasiadas, ya que ha destacado que la mayoría de gente de su municipio está muy contenta de ver implicada a gente joven y, salvo algún comentario puntual por salir a dar el pregón de fiestas disfrazado o de pedirle, en ocasiones, un poco más de formalidad, en general los habitantes están "muy orgullosos".
"Eso es de lo que más contento estoy de mi gestión, creo que en mi pueblo hay ilusión, que la gente empieza a querer involucrarse y que incluso las empresas se están fijando en nosotros. La gente empieza a creer que sí que hay futuro y eso hace que suba la autoestima de las personas que viven aquí", ha relatado.
No obstante, en redes sociales es donde ha recibido más críticas -aunque también muchos halagos-, sobre todo por el hecho de contar que hace de alcalde sin recibir ninguna remuneración. "No entiendo cómo la gente puede vivir con esta amargura, con esta sospecha de maldad hacia el que no conoce. Me da tristeza, porque a veces es tanta gente que te hace pensar en cómo se nos olvida la vocación, el compromiso o el hacer cosas por la comunidad", ha reflexionado.
Sin embargo, ha garantizado que está muy contento de momento con el cargo, pese a que su madre no esté tan de acuerdo, ya que ésta le recuerda constantemente que ser alcalde le conlleva una parte muy grande de sacrificio, y que hay una falta de empatía "muy gorda" porque la política "está muy mal vista".
Pero él ha explicado que se trata de "una limitación escogida" y que si algo tiene claro es que no va a dejar de ser quien es por ser alcalde. "Tengo en cuenta mi edad, creo que ya hago suficiente dentro de mis posibilidades", ha apuntado, asegurando que el equilibrio es lo más importante.
Eso sí, como buen joven, de momento no tiene previsto hacerle mucho caso a su madre, ya que ha explicado que no descarta ascender en política aunque, por ahora, se queda en su pueblo, y esto ya le parece "haber llegado muy lejos".
"El día de mañana espero estar haciendo lo que me guste el día de mañana, y a día de hoy me apetece estar aquí", ha concluido.