El reto imposible de Juanma Mérida: ser la primera persona en rodear en bici Sudamérica en un año
Este cicloturista ya ha completado Europa y África y va a por su tercera aventura, que es superar los 30.000 km de América del Sur.
Juanma Mérida no es una persona que pueda estar mucho tiempo en casa tranquilamente y llevando un rutina fija. Él, movido por su inquietud y ganas de viajar, ya ha recorrido Europa y África en bicicleta y este miércoles ha empezado un reto todavía mayor que nadie ha completado hasta el momento: rodear los 30.000 km de América del Sur en un año.
En 2022 tardó 100 días en 29 países europeos, comenzando y terminando en su Alicante natal tras hacer una ruta circular que terminó en Finlandia y Suecia. El año pasado viajó desde Alejandría, en Egipto, hasta Ciudad del Cabo, en Sudáfrica para pedalear durante 150 días los 12.385 km que les separan.
Ahora, y tras diez meses parado trabajando y viviendo en Madrid, va a recorrer toda la costa atlántica desde Pereira (Colombia) hasta Usuahia, el punto más austral del planeta ubicado en Argentina. El regreso a Pereira lo hará por la cordillera de los Andes y la costa pacífica. En total, más de 30.000 kilómetros cargados de aventuras.
"La gente hace la travesía Panamericana, desde el sur de Argentina al norte de Colombia, que es lo normal, entonces yo quería hacer algo más y por eso quiero dar la vuelta entera. No tengo el límite del mar, así que voy a rodearlo", asegura este valenciano de 35 años, que ha estado este tiempo trabajando en la empresa de organización de eventos deportivos para colegios que tiene. Mientras dure su viaje, estará al frente la persona contratada que tiene, aunque él puede hacer sus labores desde el móvil perfectamente.
A pesar de que si lo termina será la primera persona en el mundo en conseguirlo de manera ininterrumpida, descarta rellenar los formularios necesarios para ser un récord Guinness. "Es un rollo y yo no persigo eso, solo quiero viajar y conocer países y zonas", deja claro.
"Hay más delincuencia y violencia"
Con Europa y África ya completados, las opciones de recorrer un continente se limitaban a América, Asia y Oceanía. Con la intención de evitar el mar, solo manejaba las alternativas de los dos primeros. Y la actualidad e inestabilidad en Oriente Medio le hizo decantarse rápidamente por América, concretamente la zona sur.
"Me apetecía conocer la zona y además se habla español y casi todos los visados son gratis para los españoles. En África ya salí con el tema de visados traumatizados y también quería buscar una burocracia más sencilla", justifica.
Sin embargo y aunque pueda conectar más con la gente, es el carácter y la delincuencia que hay en algunos países lo que más miedo le da: "En África no tuve problemas con ninguna persona, fueron muy amables, pero aquí puede ser más difícil lidiar con ellos porque hay más delincuencia y violencia. Es lo que más me inquieta a mí y a mi familia".
Además, va a tener que superar el reto mayúsculo que supone cruzar el Amazonas. Para atravesarlo, que lo define sin titubeos como la "parte más dura", tiene dos opciones, aunque todavía no sabe cuál va a escoger, ya que la improvisación y el vivir al día es una de las características principales de sus viajes.
"Hay una opción que es solo cruzarlo por Brasil y la otra hacerlo por las Guyanas y Surinam", comienza explicando este intrépido viajero, que apunta que no ha hecho ninguna preparación física especial ya que va a ir cogiendo la forma física según se vaya avanzando el viaje.
"En el Amazonas por Brasil iría por la única carretera que hay, que es por donde pasan coches y camiones que serán mi salvoconducto en caso de que pase algo. Esa carretera llega hasta el río Amazonas y luego tras cruzarlo sigue por la cara sur. La otra opción es ir por las Guyanas y Surinam, que es más larga y complicada por el tema de visados, pero vas más cerca de la costa. Tras la desembocadura se tendría que tomar otro barco de un día para ir a la parte brasileña", explica Mérida, que tiene calculado cruzarlo cuando se termine la temporada de lluvias, aunque con el cambio climático es más difícil de predecir.
Una gran diferencia térmica
El viaje que ha empezado Mérida es, casi con toda seguridad, el que más variedad térmica va a sufrir. A las posibles lluvias del Amazonas, se va a sumar una humedad y calor propias de la zona, pero conforme vaya avanzando hacia el sur tendrá que ir superando el descenso de temperatura propio de la Patagonia argentina antes de volver con la altura de los Andes.
"En principio me va a llegar cinco o seis meses llegar a esa zona. Tengo pensado hacerlo en octubre, que es cuando ahí empieza el verano porque en invierno se alcanzan los 20 grados bajo cero, hay mucho viento y así no disfrutaría de la experiencia. En verano la temperatura son 14 grados de máxima y eso se puede soportar", comenta.
Esta variación térmica hace que la ropa que vaya a usar sea distinta a la de otros viajes, que era más ligera, aunque de momento no quiere pensar en la ropa de abrigo: "Si me hace falta algo ya me la compraré. Hasta que llegue al sur de Argentina no me hace falta abrigo y eso son 12.000 km".
De esta forma y al no llevar cocina va a volver a viajar con pocos kilos de equipaje. "No va a pesar más de 10kg de cosa, viajo muy ligero y eso es una ventaja. Llevo una chaquetilla, un saco de dormir, una esterilla, la tienda de campaña, los mallots y un chubasquero".
Además, el tiempo también va a ir obligando o no a dormir en la tienda de campaña o en un hostal. Si el clima o las lluvias son muy extremas, confieso, tendrá que pagar por alojamiento. Igual que con las enfermedades. "No estoy vacunado de todas, así que si es una zona de mucho riesgo optaré por hostales con buenas telas para que no me pique ningún mosquito", indica, señalando que su idea es dormir semanalmente unos días pagando.
En total, para este viaje se ha puesto un presupuesto tope de 6.000 euros porque si no pones límites "te puedes gastar una millonada". "En Europa lo hice por menos de 1.000 euros, en África gasté 3.000 por incluir el seguro, vuelos y visados, que fueron muy caros y aquí espero que no supere esa cifra", describe.
"Estoy con muchas ganas de ver cosas"
Mérida tiene una lista de destinos a la que se muere de ganas por llegar, ya que comenta son lugares a los que siempre ha querido ir. En un año va a poder visitar todos ellos y, añade, está convencido de que va a descubrir nuevos que no conocía, pero de los que va a quedar enamorado.
"Tengo muchas ganas de ver el Machu Pichu, la Patagonia, la tierra de fuego en Usuahia, las cataratas de Iguazú, el Cristo del Redentor, toda la vegetación del Amazonas, la cordillera de los Andes y muchas cosas más", enumera este alicantino.
Tal y como ha hecho en sus anteriores aventuras, va a ir compartiendo en su perfil de YouTube y de Instagram su viaje. Como novedad respecto a su viaje por Europa y África, va a tener conexión a internet durante un año gracias a la ayuda que le ha proporcionado la compañía Uniglobal Telecom.
En sus vídeos, más allá de los paisajes y de los lugares emblemáticos que va a pisar, narrará las historias que le cuente la gente y le llamen la atención. "Aquí se habla español, así que podré enterarme mucho mejor de lo que me dicen", destaca.
Así, en un año espera ser un Juanma Mérida con una "versatilidad y adaptabilidad de conocimientos y pensamientos mayor". Una experiencia única de un aventurero y cicloturista único.