Un camino une el presente y el pasado de las mujeres indígenas en Argentina
Un análisis reciente en varios países latinoamericanos y africanos muestra que la interacción entre el ser mujer y pertenecer a un grupo minoritario (como una comunidad indígena) tiene un efecto devastador en el rendimiento escolar.
Mujer qom tejiendo una cesta/ María Victoria Ojea/Banco Mundial
Si se pregunta qué puede impulsar la igualdad de género en comunidades rurales e indígenas de América Latina, de entre las cientos de repuestas, una ruta turística, definitivamente, no sería la primera opción.
Piense otra vez.
Durante un viaje al norte de Argentina, visitamos uno de los principales atractivos de la zona: la Ruta de la Cultura Qom, un corredor de siete centros culturales manejados por mujeres artesanas Qom -10% de la población indígena del país pertenece a esta etnia- repartidos a lo largo de la recientemente pavimentada ruta 3 en la provincia de Chaco con apoyo del Banco Mundial.
Ya sea porque se estén buscando artesanías, actividades culturales o recreativas, estos centros son la parada obligada de la ruta. La pavimentación incluye señales de tránsito bilingües -en español y en Qom-, mapas y lugares de interés cultural, que ellas mismas realizaron junto a las autoridades viales, signos del esfuerzo de las mujeres Qom para esparcir su ancestral patrimonio cultural.
Las mujeres indígenas históricamente han sido las grandes excluidas del desarrollo en el norte argentino. A pesar de su fuerza -las parejas residen en el hogar de la madre de la mujer, lo que deriva en un gran protagonismo y liderazgo a nivel doméstico- sufren condiciones económicas y sociales de desventaja con respecto a los hombres.
Las mujeres Qom no sólo se enfrentan a las barreras de género, sino que también se ven limitadas por su origen étnico. Un análisis reciente en varios países latinoamericanos y africanos muestra que la interacción entre el ser mujer y pertenecer a un grupo minoritario (como una comunidad indígena) tiene un efecto devastador en el rendimiento escolar.
Argentina no es ajena a esto: el analfabetismo entre la población indígena se sitúa en el 3,8% frente al 1,9% del resto de la población. Y la brecha étnica no sólo afecta la educación: los grupos indígenas tienen un acceso mucho más limitado a los servicios de salud, lo que limita las posibilidades de estas familias de salir de la pobreza. Hay estudios que revelan que el 47,4% de los indígenas en el país no tienen acceso a un seguro médico.
Es por ello que para estas mujeres, los beneficios de la Ruta de la Cultura Qom son enormes.
Un reciente estudio -en parte financiado por el Fondo Paraguas para la Igualdad de Género (UGFE, por sus siglas en inglés)- y basado en diversas entrevistas ha puesto de manifiesto el impacto de la ruta en su capacidad para tomar decisiones significativas y hacer planes para sus vidas. De acuerdo con las principales conclusiones, las mujeres han mejorado en varios aspectos:
- Mejores oportunidades económicas y perspectivas de carrera: las mujeres reciben más dinero, tienen por primera vez cuentas bancarias y administran fondos rotatorios. "Yo estoy muy emocionada, porque la ruta ha valorado nuestras artesanías", dice Elena Diarte. Además, muchas de ellas se animaron a terminar la escuela y asistir a capacitaciones.
- Lazos femeninos más fuertes: las entrevistas en el estudio muestran que no sólo se han fortalecido las relaciones dentro de sus propios grupos, la ruta también ha creado fuertes lazos con mujeres que viven en comunidades cercanas. "Me gusta porque tenemos la oportunidad de conocer otros lugares u otra gente que no es de acá a quienes transmitimos nuestra experiencia", dice Juana Silvestre de Pampa del Indio, uno de los tres centros analizados en el informe.
- Educación: las mujeres indígenas reforzaron sus habilidades sociales para hacer frente a los turistas u otras personas que están "fuera" de sus comunidades. "Estoy aprendiendo a hablar un poco de español también, nunca hablé con blancos, nunca hablé en una mesa con blancos ", dice Graciela Arenales.
- Autoestima: las mujeres revelaron que se sienten más capaces, felices, orgullosas y fuertes. "Me siento más independiente, me valoro más porque me encanta lo que hago, me encanta lo que hago porque lo sé hacer ", explica Andrea Chico, de El Espinillo.
- Participación política: las mujeres que forman parte de la Ruta de la Cultura Qom han aumentado la participación en actividades políticas en sus comunidades. Por ejemplo, en la definición de políticas educativas interculturales y bilingües y políticas relacionadas con los servicios de salud en sus comunidades.
Un largo camino por delante
La ruta es una prueba de lo que está pasando en la región: tal como refleja el informe "Género en el trabajo", la pobreza extrema en América Latina habría sido un 30% mayor si no fuera por el aumento de ingresos de las mujeres.
Incluso los esposos de las mujeres que participan en la Ruta de la Cultura Qom dan testimonio sobre esto. "Nosotros como hombres lo vemos bien, a veces no tenemos trabajo y con las artesanías que se consiguen tenemos algo para vender", dice Mario David Ruiz, de Fortín Lavalle.
Por lo tanto, la igualdad de género en estas comunidades no sólo es esencial desde el punto de vista ético, sino que también es beneficioso desde el punto de vista económico.
Con el apoyo de la Fundación Gran Chaco, las mujeres se las han arreglado para expandirse a nuevos mercados con sus increíbles productos artesanales: están presentes tanto en las ferias más importantes de Buenos Aires como en exposiciones y eventos en Londres y Nueva York.
De hecho, Norma Rodríguez, presidenta de la Cooperativa de Mujeres Artesanas del Gran Chaco, se dirige este mes a una feria de alimentos gourmet lento en Turín, Italia, para mostrar los sabores de la algarroba, uno de los secreto en la cocina qom.
Además, Samsung donará equipos para los centros culturales que permitan a estas mujeres indígenas avanzar más rápido en la comercialización y promoción de esta ruta: ahora una inigualable combinación de paisajes verde y patrimonio cultural indígena.
Así, la pavimentación de la ruta no sólo les ha traído alivio económico, las ha hecho mucho más fuertes.
La Ruta 3 de Chaco en el norte de Argentina/ María Victoria Ojea/Banco Mundial