La AEMET se atreve con el pronóstico de los próximos tres meses: preocupación en la mitad de España
Los pronósticos para la primavera no son nada alentadores de acuerdo con los mapas de predicción de la Agencia Estatal de Meteorología.
Tras dos semanas marcadas por la presencia de inestabilidad y lluvias en gran parte del país, aunque sin ser especialmente abundantes y mucho menos, suficientes, desde la AEMET ya auguran y pronostican lo que ocurrirá desde este mes de marzo hasta el próximo mayo.
De acuerdo con las estimaciones del organismo estatal, esta inestabilidad no se perpetuará de forma homogénea ni igualitaria por todo el país, más bien todo lo contrario.
Esto hace presagiar que los meses venideros a partir de mayo serán especialmente duros en las zonas del mediterráneo, Canarias y Baleares, que se encuentran en una situación muy delicada y vulnerable debido a las intensas y perpetuas sequías que han secado pantanos y embalses hasta mínimos históricos, como en el caso de Cataluña.
De acuerdo con los mapas de predicción con los que trabaja la Agencia Estatal, entre marzo y mayo las precipitaciones se dejarán notar principalmente en la vertiente atlántica, mientras que en el resto de España la probabilidad de lluvias será inferior incluso a años anteriores.
En este problema juega un papel clave el fenómeno de El Niño, que estará presente en el planeta hasta finales de 2025 y que afecta de manera directa a la ausencia de precipitaciones y aumento de las temperaturas.
Por si fuera poco, las temperaturas durante estos tres meses también serán superiores a la media para la época en la zona del litoral mediterráneo -algo que, salvo las últimas semanas, ha sido una constante durante los últimos meses-, lo que agravará más aún las consecuencias negativas que se están viviendo actualmente provocadas por la ausencia de lluvias
En cambio, la nota positiva en esta primavera se encontrará en zonas del interior y el norte peninsular, donde se esperan temperaturas más suaves y normales para este momento del año, así como lluvias abundantes, especialmente en el Cantábrico y zonas de Galicia.