Buenas noticias desde el vórtice polar (pero cruzando los dedos)
Podría suponer un cambio radical de la situación, tengan los paraguas y abrigos a mano.
Buenas noticias, por el momento, desde el vórtice polar. Cabe destacar, antes que nada, que una buena nueva, en tiempos no ya de cambio climático, sino de ebullición global, es que los indicadores de cara al invierno apuntan a una cierta normalidad, según informa Xataka.
Para empezar, conviene aclarar qué es el vórtice polar. Es básicamente como se conoce a un área inmensa de bajas presiones y aire frío que se encuentra en los dos polos de la tierra. Durante los meses estivales, este se reduce al mínimo, aunque nunca ha llegado a desaparecer del todo. Esa reducción hace que pierda influencia en los meses cálidos.
Pero, lo normal, es que en invierno la cosa cambie bastante. Conforme se aleja el calor, el vórtice crece y acerca la corriente de chorro hacia latitudes más meridionales, lanzando el frío hacia el sur. Básicamente, hacia el invierno.
La cuestión es que ahora se ha empezado a detectar una activación del vórtice, que trae una bajada de las temperaturas que ya estamos notando y que marcaría el camino hacia un otoño y un invierno más normales que a los que estamos acostumbrados estos años de caos climático.
Si se cumple el pronóstico, podría implicar la llegada de precipitaciones que podrían paliar la situación de sequía que se vive en España desde hace ya varios años. Sin embargo, aunque los pronósticos se basan en procesos científicos fiables, tampoco hay que darlos por hecho.
Toda predicción meteorológica que se alargue más allá de 10 días hay que cogerla con pinzas. Sin embargo, este tipo de fenómenos se registran y calculan en base a una metodología científica que permite atisbar cuál podría ser la tendencia con bastante exactitud.