Un experto en defensa y seguridad alerta de los problemas que oculta el submarino español más codiciado

Un experto en defensa y seguridad alerta de los problemas que oculta el submarino español más codiciado

Retrasos y fallos técnicos ponen en entredicho la viabilidad del submarino S-81.

Imagen de archivo del submarino Isaac Peral (S-81).Martin C./Europa Press via Getty Images

El desarrollo del submarino S-81, uno de los proyectos más ambiciosos de la industria militar española, está enfrentando una serie de desafíos técnicos y operativos que podrían poner en riesgo su viabilidad. Un experto en defensa y seguridad ha advertido sobre los problemas que este submarino, considerado clave para la Armada Española, sigue ocultando tras sus aparentes avances.

El proceso de diseño y construcción de un submarino como el S-81 es extremadamente complejo, ya que debe cumplir con más de 40.000 requisitos y coordinar una cadena de suministro que involucra más de 180 sistemas principales, muchos de ellos proporcionados por suministradores externos. Esta complejidad ha llevado a que surjan fallos técnicos que no pueden preverse completamente en la mesa de diseño, lo que obliga a realizar pruebas extensivas y reiteradas para validar el prototipo.

A pesar de los esfuerzos, algunos de los fallos detectados han requerido revisar el diseño y desarrollar nuevos prototipos, lo que ha ralentizado el proceso de entrega. Según el experto, la inmadurez de ciertas tecnologías y el elevado coste de investigación y desarrollo han hecho que algunas prestaciones deseadas no se hayan logrado, lo que coloca al submarino en una situación de desventaja frente a otros productos disponibles en el mercado internacional.

El S-81 ha estado sometido a un proceso iterativo de pruebas en el mar, con una duración prevista de 24 meses. Durante estas pruebas, se han identificado varios defectos de diseño que han requerido modificaciones adicionales. Actualmente, el submarino está en una fase de ajustes técnicos que ha retrasado su entrega, y se espera que retome las pruebas de mar en septiembre. Este periodo incluirá evaluaciones y mediciones exhaustivas, un crucero de resistencia por aguas internacionales y una calificación operativa que debe certificar su aptitud para el combate.

Uno de los aspectos más preocupantes es la desvinculación del sistema AIP (propulsión independiente del aire), una tecnología crucial para la operatividad del submarino. Las modificaciones en este sistema podrían tener un impacto significativo en el diseño global del submarino, lo que podría generar la necesidad de nuevas adaptaciones y más pruebas, aumentando aún más los costes y los plazos de entrega.

El experto también hace hincapié en que estos problemas no son exclusivos de España. Proyectos similares en otros países, como el submarino Seawolf en Estados Unidos o el avión de alerta temprana Nimrod en el Reino Unido, han enfrentado desafíos técnicos y sobrecostes que limitaron su éxito. No obstante, destaca que la situación del S-81 es especialmente preocupante debido a la falta de transparencia y de una adecuada rendición de cuentas por parte de los responsables del proyecto.

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La incertidumbre que rodea al submarino S-81 refleja la complejidad inherente a la innovación en proyectos militares de alta tecnología. Según el experto, la gestión de estos programas requiere un seguimiento riguroso de buenas prácticas de ingeniería y una estrecha colaboración entre todas las partes implicadas. Sin embargo, la falta de una auditoría independiente y la deficiente comunicación de los problemas detectados han mermado la confianza en la capacidad de España para desarrollar un submarino competitivo en el mercado global.