Rusia libera un inesperado as en la manga se activan todas alarmas en la OTAN y en EEUU

Rusia libera un inesperado as en la manga se activan todas alarmas en la OTAN y en EEUU

Se trata del mismo tipo de innovador armamento llamado a 'bajarse' satélites y cazas de última generación.

Un S-500 Prometey, en una imagen del Ejército ruso.Wikipedia Commons / Ejército ruso

Crecen las voces de alerta ante lo que apunta a que Moscú habría liberado ya a su 'titán de fuego', uno de los ases en la manga del arsenal ruso en forma de avanzados sistemas de misiles tierra-aire (SAM). Estamos hablando del reemplazo a las series S-400 y a los habituales S-300, el S-500 Prometheus, llamado a contrarrestar las armas occidentales que ayudan a la defensa de Ucrania.

Según recoge Geekweek en su edición polaca, haciéndose eco de una publicación del blog militar Defense Blog, Rusia ya habría presentado el sistema de quinta generación, durante la feria de armamento militar que se celebra en la capital, el Foro Técnico-Militar Internacional Army-2024. El ministro de Defensa, Serguei Shoigu, ya había anunciado que dispondrían de dos variantes para finales de 2024.

Tal y como se expone en la citada información, Rusia ya dispondría de uno de estos sistemas instalado en un punto clave como ha demostrado el transcurso del conflicto en Ucrania: cerca del puente de Crimea. Una infraestructura que acumula numerosos ataques y sabotajes desde el inicio de la invasión rusa.

Un armamento llamado a destruir satélites y cazas de quinta generación

El fabricante ruso Almaz-Antey está detrás del desarrollo y diseño del SAM S-500, un arma que viene de lejos y puede ser entendida como la génesis de lo que acabaría derivando en la evolución al S-500. En la Guerra Fría, los soviéticos dependían del sistema SAM de gran altitud S-200 Angara para defenderse de los bombarderos enemigos. El Angara entró en funcionamiento a mediados de la década de 1960, reemplazando al B-25 Berkut del país. 

Tan pronto como el Angara estuvo en funcionamiento, los soviéticos comenzaron a desarrollar un sucesor aún más sofisticado: el S-300 estaba destinado a contrarrestar amenazas emergentes como los nuevos aviones de combate de cuarta generación de Occidente. Al S-300 SAM le siguió el S-400.

Así se derivó en el S-500 Prometheus, un armamento que destaca en gran medida por la magnitud de sus objetivos. No solo está diseñado para derrotar a aviones de quinta generación, también para acabar con satélites de órbita baja.