"Vete al carajo": este es el origen náutico de esta expresión

"Vete al carajo": este es el origen náutico de esta expresión

Es muy popular.

Barco.Getty Images

“Vete al carajo”. Esta expresión es más que popular en el habla cotidiana. A pesar de su tono un tanto grosero, en más de una ocasión habrás recurrido a ella para decirle a alguien que quieres que escape de tu vista, ya sea porque te ha ofendido, mentido o simplemente enfadado con algún comentario.

Utilizada en toda España, su origen es náutico. El carajo era una pequeña canastilla que se encontraba en el punto más alto de las carabelas. Desde este punto era posible divisar territorios y otras embarcaciones pero también vigilar la presencia de piratas o cualquier otro enemigo.

Dada su ubicación, el carajo era un espacio inestable, no resguardado de las lluvias y el viento y donde había que padecer los vaivenes del oleaje. Cuando un marinero cometía un error o falta, se le mandaba al carajo como castigo, teniendo que sufrir todos estos contratiempos. Podía permanecer desde unas horas hasta días enteros, pero el resultado era el mismo:  bajaba totalmente mareado, de ahí que se le dijera “no vales un carajo”.

De esta forma, en alta mar, el escuchar “vete al carajo” era totalmente temido, siendo el espacio del barco más indeseable, totalmente repudiado, que nadie ocupaba por gusto. 

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Carlos Ramos (Zaragoza, 1992) es graduado en Periodismo por la Universidad de Zaragoza. Ha trabajado en El Periódico de Aragón antes de llegar a El HuffPost, donde ejerce de SEO.