Una investigación con uranio-plomo en el Gran Cañón hace tambalear los cimientos de la historia que han contado del planeta
Un conjunto de estratos sedimentarios ha confirmado que la evolución de la Tierra fue más ‘rápida’ durante el periodo Cámbrico.
Seguro que has oído hablar más de una vez del Gran Cañón del Colorado, cuya magnitud y su belleza nos humillan. Esculpido por el cauce del río Colorado durante más de 2.000 millones de años, el Gran Cañón cuenta con unas dimensiones increíbles, 446 kilómetros de longitud y una altura máxima de la garganta de 1.500 metros. Y su majestuosidad nos permite también conocer más sobre la historia del planeta gracias a hallazgos científicos como el que te vamos a contar.
El Grupo Tonto del Gran Cañón, conocido como la “Piedra de Rosetta” de la geología, ha sido reinterpretado para detallar los cambios ambientales y la evolución de la vida temprana durante la explosión cámbrica, hace 540 millones de años. Por aquel entonces, aparecieron por primera vez animales de caparazón duro y el nivel del mar aumentó, lo que provocó que los océanos inundaran gran parte de los continentes.
Un equipo de investigadores dirigido por Carol Dehler de la Universidad Estatal de Utah ha obtenido nuevos conocimientos sobre estas capas de sedimentos llenas de fósiles que proporcionan pistas importantes sobre los orígenes de la vida marina primitiva. El medio futurezone.de se ha hecho de este genial trabajo.
La investigación se basa en el modelo McKee, desarrollado hace más de 50 años, que describe la lenta expansión de los mares sobre la tierra. Pero los nuevos resultados muestran que los depósitos del Grupo Tonto debieron haberse formado de forma mucho más dinámica. En lugar de un proceso constante, se encontraron cambios en los entornos marinos y no marinos, interrupciones en la deposición de sedimentos y cambios evolutivos significativamente más rápidos.
"Nuestro nuevo modelo para la deposición del Grupo Tonto tiene muchos más matices y muestra una combinación de condiciones marinas y no marinas, discontinuidades o discordancias cuando no se depositó sedimento y una tasa de evolución mucho más rápida", explicó el profesor Karl Karlstrom de la Universidad de Nuevo México (UNM). "Aún más que antes, el Grupo Tonto del Gran Cañón sigue siendo una de las secciones del Cámbrico más importantes del mundo debido a su completa exposición".
Utilizando la datación uranio-plomo (datación U-Pb), los investigadores determinaron con precisión la edad de cada capa y las transiciones entre diferentes especies. Descubrieron, por ejemplo, que las especies de trilobites (los primeros animales marinos) evolucionaron y se extinguieron en menos de un millón de años. Estos rápidos cambios desafían la idea tradicional de una evolución lenta durante el Cámbrico.
Al examinar la formación en el Gran Cañón, los investigadores también descubrieron rastros de condiciones ambientales extremas. Las enormes tormentas tropicales, los altísimos niveles del mar y el transporte de sedimentos a través de continentes enteros determinaron el momento en que se formaron estas capas. No había plantas terrestres y la tierra era mucho más caliente que hoy. Estas condiciones permitieron la rápida propagación de los organismos marinos y tuvieron un impacto duradero en el desarrollo de la vida.
El espectacular paisaje del Gran Cañón, en definitiva, muestra cómo la vida supo adaptarse en condiciones extremas y el papel crucial que jugó el mar en la evolución.