Una imagen de satélite muestra tres ciudades que se están hundiendo rápidamente
En algunos casos hasta 5 milímetros por año.
Varías ciudades de la costa atlántica de Estados Unidos se están hundiendo, en algunos casos hasta 5 milímetros por año, una tasa que supera con creces el aumento global del nivel del mar. Así lo confirma una nueva investigación de Virginia Tech y el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Los centros de población particularmente afectados, como la ciudad de Nueva York y Long Island, Baltimore, Virginia Beach y Norfolk, están viendo áreas de rápido "hundimiento" junto con terrenos que se hunden más lentamente o relativamente estables, lo que aumenta el riesgo para las carreteras, cimientos de edificios, líneas ferroviarias y tuberías, según un estudio publicado ahora en PNAS Nexus, ha informado Europa Press.
"El hundimiento continuo y absoluto en la costa este de Estados Unidos debería causar preocupación", ha indicado en un comunicado el autor principal, Leonard Ohenhen, que estudia el posgrado y trabaja en el Laboratorio de Innovación y Observación de la Tierra de Virginia Tech.
"Esto es particularmente en áreas con una alta densidad de población y propiedad y una complacencia histórica hacia el mantenimiento de la infraestructura", ha agregado Ohenhen.
El profesor asociado, Manoochehr ShirzaeiShirzaei es la persona que ha liderado el experimento, y que junto a su equipo ha reunido una amplia colección de puntos de datos medidos por satélites de radar espaciales.
Con la información extraída han construido mapas digitales del terreno que muestran exactamente dónde los paisajes que se hunden presentan riesgos para la salud de la infraestructura vital.
Este equipo ha utilizado imágenes de satélite disponibles públicamente, con las que Shirzaei y Ohenhen midieron millones de casos de hundimiento de la tierra a lo largo de varios años. Tras este trabajo, los expertos han creado algunas de las primeras representaciones de alta resolución del mundo del hundimiento del terreno.
Estos nuevos e innovadores mapas muestran que una gran zona de la costa este se hunde al menos 2 mm por año, y varias áreas a lo largo de la costa del Atlántico medio de hasta 3.700 kilómetros cuadrados se hunden más de 5 milímetros por año, más que la actual tasa global de aumento del nivel del mar de 4 mm por año.
"Medimos tasas de hundimiento de 2 mm por año que afectan a más de 2 millones de personas y 800.000 propiedades en la costa este", ha puntualizado Shirzaei. "Sabemos hasta cierto punto que la tierra se está hundiendo. A través de este estudio, destacamos que el hundimiento de la tierra no es una amenaza intangible. Puede ser gradual, pero los impactos son reales".
En varias ciudades a lo largo de la costa este, múltiples infraestructuras críticas, como carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y diques, se ven afectadas por diferentes tasas de hundimiento.
"Aquí el problema no es sólo que la tierra se esté hundiendo. El problema es que los puntos críticos de tierra que se hunden se cruzan directamente con los centros de población y de infraestructura", ha recalcado Ohenhen.
"Por ejemplo, áreas importantes de infraestructura crítica en Nueva York, incluidos los aeropuertos JFK y LaGuardia y sus pistas, junto con los sistemas ferroviarios, se ven afectados por tasas de hundimiento que superan los 2 mm por año. Los efectos de esto ahora y en el futuro son daños potenciales a la infraestructura y mayores riesgos de inundaciones", han añadido.
Áreas cerca del mar
También han estudiado el hundimiento de la tierra a lo largo de la costa este y qué áreas, poblaciones, y la infraestructura crítica dentro de un radio de 100 kilómetros de la costa corre el riesgo de hundimiento del terreno.
El hundimiento puede socavar los cimientos de la construcción; dañar carreteras, líneas de gas y agua; causar el colapso del edificio; y exacerbar las inundaciones costeras, especialmente cuando se combinan con el aumento del nivel del mar causado por el cambio climático.
"Esta información es necesaria. Nadie más la proporciona", ha declarado Patrick Barnard, geólogo investigador del USGS y coautor del estudio. "Shirzaei y su equipo de Virginia Tech entraron en ese nicho con su experiencia técnica y están proporcionando algo extremadamente valioso", ha apuntado.