Una familia quería su propio parque y creó el megacentro acuático de 17 toboganes muy cerca de Galicia
Se ha convertido en un éxito en temporada alta.
La familia Pereira residen en el interior norte de Portugal, en el corazón del Miño y entre las orillas de los ríos Vizela y Ferro. Ahí se sitúa la ciudad de Fafe, que no fue nunca, precisamente, un destino de verano. Al menos hasta que esta familia creó un parque acuático que se ha convertido en un éxito en temporada alta.
Al no tener grandes ofertas para disfrutar del verano en esta zona, tenían dos opciones: recorrer kilómetros al sur del país para aprovechar los complejos con toboganes y piscinas o crear su propio parque. Y optaron por la segunda, según ha informado el medio portugués NiT.
"La idea surgió porque vivimos en el campo y aquí no había nada de eso. Queríamos crear alguna atracción diferente, que llamara la atención en verano”, ha contado al mismo medio Sónia Pereira, 40 años. Junto a sus padres, María y Casimiro, y a su hermano, Cláudio, comenzaron este proyecto en Fafe.
De esta forma, adquirieron un terreno en Travessa do Sol Ponte, en Monte das Freiras, muy cerca del centro de la ciudad, donde, en 2007, se creó el Parque Acuático de Fafe . "Empezamos teniendo un parque más pequeño, con apenas unos toboganes y una piscina para niños y otra para adultos, pero hemos ido creciendo con los años", ha añadido Pereira.
Durante los siguientes 17 años, siempre en el mismo lugar, han buscado nuevos atractivos y servicios. Al principio contaban con media docena de diapositivas y ahora ya disponen de una colección de 17 pistas de "todos los tamaños y formas". "Desde los más jóvenes hasta los aventureros más atrevidos, todos encontrarán momentos de pura adrenalina y diversión mientras se sumergen en un mundo de giros y vueltas”, se lee en la página web.
El parque reabrió sus puertas el 20 de junio y permanecerá abierto hasta el 8 de septiembre, todos los días, de 10:00 a 19:00. Durante agosto las entradas para todo el día, entre semana, cuestan 15 euros para adultos y 9 para niños y mayores de 65 años. Para los que prefieren ir sólo medio día, cuesta 1 euro menos.
Los fines de semana el billete cuesta 16 euros para adultos y 9,5 para niños y mayores de 65 años. Los visitantes también pueden solicitar una sombrilla y una taquilla por 3 euros, o una tumbona por 5.