Una aerolínea pierde la cabeza con la clase Business y ahora tiene que revisar el peso de todos sus aviones
La diferencia de peso entre los asientos de primera clase y los de clase económica están provocando que el centro de gravedad de la aeronave cambie.
La aerolínea de Suiza, Swiss, premiada como la mejor primera clase de una aerolínea europea en 2024, ha lanzado un comunicado tras detectar un problema originado por el peso de sus asientos premium.
De este modo, la aerolínea se ha visto obligada a realizar algunas modificaciones en algunos de sus aviones, tras comprobar que debido a la diferencia de peso entre sus asientos 'low cost' y los de primera clase, el centro de gravedad del avión está comenzando a cambiar.
Tal y como han explicado en su comunicado, los nuevos asientos, más pesados, se encuentran en la parte delantera del avión, lo que hace que el morro de este sea más pesado que el resto de la estructura. Por ello, la compañía tendrá que instalar una "placa de equilibrio" en la parte trasera del avión para compensar el desequilibrio.
"Como las tendencias de la industria significan que los asientos de primera clase y clase ejecutiva son cada vez más ligeros, estas dos tendencias constantes están cambiando el centro de gravedad de la aeronave en la que se instalan dichos asientos", explica el comunicado.
La solución: una "placa de equilibrio"
Tras detectar este fallo, la compañía ha decidido que instalará una "placa de equilibrio" que permitirá corregir el centro de gravedad. Se calculará una vez que las placas se introduzcan y pesen los nuevos asientos de la cabina y "permanecerán a bordo de estos aviones hasta que se puedan desarrollar otras opciones" aseguró el portavoz, quien dijo que la compañía buscará tecnología nueva que pueda sustituir a la placa.
Su ubicación será en la parte trasera del avión y no será visible para la clase turista, respecto a su peso la aerolínea aún no ha confirmado nada aún, ya que tendrán que esperar a calcular el volumen final de los asientos para calcular el contrapeso. Por su parte, la aerolínea ha negado que se trate de un "error de planificación" y que se emplearon "estimaciones aproximadas" del peso, que han ido en aumento desde su fabricación.