Un puerto español se convierte en un inesperado refugio de una joya de la navegación mundial

Un puerto español se convierte en un inesperado refugio de una joya de la navegación mundial

El buque escuela, Christian Radich, ha cancelado temporalmente su trayecto al puerto de Lisboa por "condiciones meteorológicas adversas en el Atlántico".

El buque escuela, Christian Radich, navega por aguas portuguesas en 2016.Horacio Villalobos - Corbis

Las adversas condiciones meteorológicas que golpean las costas del Atlántico han permitido que uno de los buques escuela más emblemáticos del mundo, el Christian Radich, se refugie en el puerto de Vigo.  

Capitaneado por Bjørn Gonsholt, el barco se encontraba realizando una travesía formativa con jóvenes de entre 17 y 25 años, quienes tienen la oportunidad de aprender las artes de la navegación a bordo del histórico navío.

El buque es mucho más que un simple velero. Con sus 62,5 metros de eslora y 27 velas, es un símbolo vivo de la tradición marítima de Noruega. 

Según el diario Vigoe, desde su construcción, ha formado a miles de marineros y ha participado en múltiples regatas y eventos internacionales, representando al país nórdico por todo el mundo. 

El nombre del velero rinde homenaje a Christian Radich, un capitán de barco noruego, cuyo legado continúa surcando los mares gracias la formación de aprendices marineros. Esta es precisamente la función del buque, en el que los tripulantes no solo aprenden a navegar, sino que experimentan la vida a bordo de un velero tradicional.

"Debido al tiempo que llegará hoy y mañana al Atlántico, elegimos Vigo como puerto. El Christian Radich no ha estado en esta ciudad desde hace años, y es un placer regresar", ha celebrado este martes su capitán en declaraciones al diario gallego. 

La llegada del buque se produjo en la mañana del lunes, y su salida está prevista para el miércoles por la tarde, siempre que el tiempo lo permita.

Una experiencia en alta mar

El Christian Radich partió de Sandefjord, Noruega, y tiene como destino final el puerto de Lisboa, donde llegará el 17 de octubre. 

Durante este trayecto, los aprendices a bordo reciben formación práctica en la navegación de un barco de aparejo completo, adquiriendo habilidades tanto en maniobras como en trabajo en equipo. 

La experiencia les permite familiarizarse con las condiciones reales del mar y los desafíos que implica manejar un velero de estas dimensiones.

Está previsto que en 2025, el buque cruce el Atlántico con destino al mar Caribe. Esta aventura, permitirá a los jóvenes sumarse como tripulantes en una experiencia para quienes sueñan con experimentar la vida en alta mar.