Un marinero del yate de lujo hundido en Sicilia reconstruye la trágica noche: "Desperté al capitán y caímos al mar"
Y se pronuncia sobre la crítica más señalada de lo que ocurrió aquella funesta noche en la costa siciliana: "Luego logramos volver a subir e intentamos salvar a los que pudimos".
Después de una larga serie de testimonios que han ido copando las páginas de la prensa italiana, Il Corriere della Sera ha publicado unas declaraciones clave en el marco de todo lo que rodea al impactante naufragio del súper velero de lujo Bayesian en la costa siciliana. El mismo suceso que se cobró la vida de 8 personas, entre ellas el magnate británico Mike Lynch y su hija, pero también el presidente del banco Morgan Stanley International y otras personalidades de la alta sociedad y la élite empresarial.
Se trata del testimonio, más bien la reconstrucción de lo sucedido aquella noche en la que una manga marina acabó hundiendo la lujosa embarcación de la que se presumía que era inhundible, en boca de uno de los integrantes de su tripulación. Esto es lo que ocurrió, según narró Matthew Griffiths a los fiscales de Termini Imerese que investigan el caso. Y este marinero de guardia en el puente del Bayesian tampoco duda en pronunciarse sobre la crítica más señalada a cómo se actuó en el velero.
Según el relato del profesional, él mismo informó al capitán de que se aproximaba una tormenta inminente. "Desperté al capitán cuando el viento era de 20 nudos. Dio la orden de alertar a todos los demás", asegura Griffiths, para apuntar a otra de las claves y supuestos casos de mala praxis de la tripulación que habrían condenado al Bayesian: "Luego guardé los cojines y las plantas, cerré las ventanas del salón de proa y algunas escotillas".
El marinero rememora la tragedia: "Salvamos a todos los que pudimos"
La versión del marinero coincide con las hipótesis que apuntan a que la lujosa embarcación vio comprometido su ángulo de escora, posiblemente fruto de un repentino golpe de mar que podría haberle causado una manga marina -similar a un pequeño huracán o remolino en el mar-. "El barco se inclinó y fuimos arrojados al agua", aseguró Griffiths, para subrayar que "luego logramos volver a subir e intentamos salvar a los que pudimos".
Además, el integrante de la tripulación del súper velero reconstruye momentos de vértigo y tensión, como cuando "el barco estaba inclinado y caminábamos sobre las paredes". También las dramáticas situaciones y las pérdidas: "Salvamos a todos los que pudimos, incluso Cutfield salvó a la pequeña y a su madre".