Un experto revela el detalle especial del barco chino acusado de romper el cable submarino
Se acaba de conocer que el barco chino redujo a la mitad su velocidad en la zona de los cables dañados.
Las autoridades de Finlandia, Suecia y Lituania investigan la causa de los daños sufridos por sendos cables submarinos de telecomunicaciones en el mar Báltico, sin descartar que pueda tratarse de un posible acto deliberado de sabotaje, tal y como ha indicado el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius.
Pistorius calificó este martes de "acción híbrida" los daños en dos cables entre Finlandia y Alemania y entre Suecia y Lituania que trascendieron la víspera y rechazó con contundencia la posibilidad de un posible accidente. "Nadie cree que estos cables se cortaran sin querer y tampoco quiero creer en las versiones de que se trataba de anclas que casualmente causaron daños a estos cables", afirmó.
Aunque en un principio se apuntó a Rusia, ahora parece que el buque chino Yi Peng 3 probablemente esté detrás de los daños en los cables submarinos. Así lo aseguró Jacob Kaarsbo, ex analista jefe del Servicio de Inteligencia de Defensa danés, a una agencia de noticias sueca. Según su testimonio, se sabe que el barco chino redujo a la mitad su velocidad en la zona de los cables dañados.
Actualmente, el barco está anclado en el estrecho de Kattegat, entre Dinamarca y Suecia. Allí ha echado el ancla y ha quedado bajo vigilancia de la marina danesa.
"Es obvio que si la infraestructura crítica de algunos países ha sido destruida o dañada gravemente y se debe averiguar quién lo ha hecho, no se puede permitir que simplemente abandonen el lugar ondeando su bandera", señaló el ministro finlandés de Defensa, Antti Häkkänen.
Por el momento se desconoce si el corte pudo ser deliberado o accidental, aunque los medios nórdicos apuntan a que el buque chino se había detenido previamente en un puerto ruso.
La avería afecta a un cable de fibra óptica de alta capacidad y que discurre a lo largo de 1.173 kilómetros. La rotura se produjo a unos 700 kilómetros de Helsinki, al sureste de la isla sueca de Öland y dentro de la zona económica exclusiva de Suecia.
La rotura del cable C-Lion1 es la tercera avería de una infraestructura finlandesa clave en poco más de un año, después de que en octubre de 2023 se dañaran el gasoducto submarino Balticconnector y un cable de telecomunicaciones, ambos entre el país nórdico y Estonia.