Un estudio alerta de que tu freidora de aire te está envenenando lentamente y presenta contramedidas

Un estudio alerta de que tu freidora de aire te está envenenando lentamente y presenta contramedidas

Genera acrilamida al cocinar alimentos ricos en almidón, una sustancia que puede ser tóxica si se toma de forma continuada.

Close-up of unrecognizable white man cooking waffle fries in air fryerGetty Images

Las freidoras de aire se presentaron en sociedad como una alternativa "saludable" a las comunes, ya que permitían cocinar los productos con muy poco aceite, obteniendo una textura prácticamente igual de crujiente, y con menos grasa, reduciendo así el contenido calórico de la fritura tradicional.

En cambio, un reciente estudio pone en duda la seguridad de estas freidoras de aire, señalando como motivo de preocupación la mayor formación de acrilamida al cocinar alimentos ricos en almidón, como las patatas, en este tipo de aparatos.

En concreto, establece que las patatas fritas preparadas en una freidora de aire contenían una cantidad media de acrilamida de 12,19 µg/kg, mientras que las cocinadas en una freidora tradicional contenían 8,94 µg/kg. Aunque la diferencia puede parecer pequeña, favorece la formación de esta sustancia tóxica.

La acrilamida es un compuesto químico que se genera cuando los alimentos se exponen a temperaturas superiores a 120°C, especialmente durante la cocción en seco o la fritura. Se sospecha que este compuesto es cancerígeno, lo que lo convierte en un tema de preocupación para la salud pública. No obstante, los expertos del estudio indican que la variación en los niveles de acrilamida está influenciada por varios factores, incluida la temperatura y el tiempo de cocción.

Formas de reducir la acrilamida

Ante este descubrimiento, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ofrece una serie de consejos para limitar la producción de acrilamida al utilizar freidoras sin aceite:

  • Comprar las patatas "en su punto óptimo de maduración, sin brotes ni partes verdes", y evitar las que sean muy pequeñas, ya que "acumulan más azúcares reductores". 
  • Conservarlas fuera de la nevera, en un lugar seco y oscuro que evite la germinación y durante poco tiempo.
  • Cortarlas en tiras gruesas, mejor que en rodajas finas.
  • Lavarlas bien con abundante agua. 
  • Secarlas completamente antes de cocinarlas para evitar también largas frituras. 
  • Elegir siempre la cocción, horneado o uso del microondas frente a la fritura. 
  • Evitar freír a temperaturas mayores de 175ºC y reducir el tiempo de fritura. 
  • Retirarlas cuando tengan color dorado y desechar las que han quedado demasiado oscuras. 
  • Limitar la reutilización del aceite de fritura.