Todas las manzanas que comemos vienen del mismo lugar del mundo
Una fruta cargada de simbolismo.
La manzana es una fruta cargada de simbolismo. Fue el fruto prohibido que nos sacó del paraíso según la biblia, fue el elemento que tuvo que caer en la cabeza de Isaac Newton para entender la gravedad y es el logo de una de las marcas tecnológicas más reconocibles de nuestra época: Apple. ¿Pero de dónde es originaria?
Se cree que las manzanas son nativas de América del Norte, pero no es así. Esta fruta no llegó a América hasta el siglo xv. Las manzanas son autóctonas de Kazajistán, en Asia central, al este del Mar Caspio.
La capital de este país, donde se originaron las manzanas, se llamaba Alma Ata, hasta 1997, y significa "llena de manzanas". Para el año 1.500 a. C., las semillas de manzana se habían transportado por toda Europa.
Muchas civilizaciones se nutrieron de ellas y las cultivaban: griegos, etruscos y romanos. A este último se le atribuye, durante los primeros siglos de la era cristiana, haber llevado semillas de manzana y árboles a las Islas Británicas. Un lugar magnífico para que prosperara muchas variedades de este fruto, según Historic Sites.
Se calcula que fue Hace aproximadamente 750.000 años, cuando los recolectores de alimentos del Paleolítico en lo que se denomina como Kazajistán, Asia Central, descubrieron manzanas de cangrejo agria que crecían en el bosque.
Desde hace aproximadamente 8.000 años, los agricultores neolíticos de lo que hoy conocemos como Asia, cultivaban manzanas silvestres. Después los egipcios en el 1.300 A.C., seguido de los griegos en el 800 A.C, los romanos en el 200 A.C. que plantaron en Gran Bretaña y finalmente en el siglo XV en América con la llegada de los españoles a México y América del sur.