Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Publican una carta de ocho líneas del Ayuntamiento de Calahorra al Gobierno Central y salta la sorpresa

Publican una carta de ocho líneas del Ayuntamiento de Calahorra al Gobierno Central y salta la sorpresa

Antonio Mazo (PP), concejal de Urbanismo e Industria del Ayuntamiento riojano, envió una carta al SEPES plagada de faltas de ortografía.

CalahorraTONO BALAGUER

¿Cometemos faltas ortográfricas los españoles? Una prueba reciente ha revelado que el 20% de españoles escribiría jirafa con ‘g’ y que los jóvenes cometen más faltas. 

Así lo refleja un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación Nebrija en Cognición (CINC), que ha lanzado una plataforma interactiva que examina la ortografía de los usuarios y en la que han participado más de 47.000 personas en un mes.

Los menores de 20 años tienen una nota media de ‘bien’ (un 63 %) en conocimiento ortográfico, mientras que la calificación va mejorando de modo gradual hasta los 50 años, cuando la puntuación alcanza el 84% y se mantiene estable hasta los 70 años.

La prueba también revela que cuatro de cada diez personas no saben que «cavilar» se escribe con uve, y el 32% escribiría «absorber» con uve (absorver). Los errores parecen llegar incluso a palabras relativamente comunes, ya que dos de cada diez personas escribirían "jirafa" con ge.

Si es importante escribir bien habitualmente, lo es más si uno ocupa un cargo público y se dirige a una institución. Antonio Mazo (PP), concejal de Urbanismo e Industria del Ayuntamiento de Calahorra, ha sido noticia esta semana por enviar una carta al SEPES (Entidad Pública Empresarial de Suelo) plagada de faltas de ortografía.

Siete líneas más el saludo y la despedida en las que se acumulan cerca de treinta errores ortográficos y gramaticales. En la carta, a la que ha tenido acceso ElDiario.es, se pueden ver mayúsculas mal puestas, falta de comas en subordinadas, falta de artículos o preposiciones, letras equivocadas, palabras sin acentuar e incluso términos que no existen como el verbo “agilar”.

La carta comenzó a correr como la pólvora entre el personal del propio Ayuntamiento de Calahorra y alguno de los funcionarios se tomó la molestia de corregir la misiva.