Investigadores dan el golpe mortal a la obesidad con un nuevo globo de silicona que se infla y desinfla para perder peso
Los resultados de los primeros estudios con animales han sido muy prometedores.
Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha presentado un innovador método para perder peso: un balón gástrico basado en un globo de silicona que se infla y se desinfla.
Tal y como recoge el medio Interesting Engineering, los balones gástricos normalmente se rellenan de aire o de solución salina y se introducen en el estómago. Los mismos actúan haciendo que los pacientes se sientan más llenos y, en consecuencia, que coman menos.
Sin embargo, los balones gástricos tradicionales suelen perder eficacia a lo largo del tiempo. El organismo se acostumbra a su presencia y, finalmente, se acaba recuperando una parte importante del peso que se había perdido.
Para solucionar ese problema, este balón “se inflaría antes de una comida para frenar el hambre y se desinflaría entre comidas”, ha explicado Giovanni Traverso, profesor asociado de ingeniería mecánica del MIT y gastroenterólogo del Brigham and Women's Hospital.
Para concluirlo, han llevado a cabo un análisis de la secuenciación de ARN de un único núcleo.
Los científicos han realizado estudios con animales en los que han comprobado que inflar el balón gástrico antes de las comidas da como resultado una reducción del 60% en la ingesta de alimentos.
Esta especie de ‘globo’ se inserta en el organismo a través de una pequeña incisión en la pared abdominal. El balón gástrico se encuentra conectado a un controlador externo que permite inflarlo y desinflarlo según sea necesario.
No obstante, los investigadores tendrán que seguir trabajando aún en este nuevo método para perder peso, ya que los experimentos realizados con animales hasta el momento se han prolongado durante un mes, un periodo insuficiente para extraer conclusiones acerca del impacto a largo plazo del balón gástrico.
En ese sentido, la directora del estudio, Neil Zixun Jia, ha destacado que “el despliegue de los balones gástricos tradicionales suele ser de seis meses o más, y solo entonces se observa una pérdida de peso significativa. Tenemos que evaluar nuestro dispositivo en un periodo comparable o más largo para validar su eficacia”.
