Portugal capta las amenazas de multas de 1.500 euros por su equipamiento prohibido en playas españolas

Portugal capta las amenazas de multas de 1.500 euros por su equipamiento prohibido en playas españolas

La lucha por encontrar un hueco en las playas españolas durante el verano es una escena que se repite año tras año. Este, sin embargo, la gente ha dado un paso más.

Playa de Samil, en Vigo.Europa Press

La lucha por encontrar un hueco en las playas españolas durante el verano es una escena que se repite ya año tras año. Este, sin embargo, la gente ha dado un paso más. Con un número cada vez mayor de municipios que prohíben reservar espacio en la playa a primera hora de la mañana, algunos bañistas han encontrado nuevas formas de asegurar su espacio generando una gran controversia.

Uno de los casos más sonados es lo que se ha visto en la playa de Samil, en Vigo. El medio portugués Executive Digest destaca que esta playa ha sido escenario de una práctica que "está causando gran irritación entre propios y visitantes". 

Inspirados por las medidas adoptadas durante la pandemia, muchos bañistas comenzaron a instalar cortavientos y otros objetos para parcelar la playa en zonas "privadas". El mismo medio resalta que la mayoría de personas que utilizaban estos cortavientos eran turistas portugueses, que desconocían que esta práctica está prohibida.

De hecho, la Policía Local de Vigo tuvo que advertir a los usuarios de la playa de Samil sobre la prohibición y ordenar su retirada. Además, recordó que puede acarrear multas de entre 751 y 1.500 euros. 

Espacio Eco
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Así lo confirmaron fuentes del Ayuntamiento olívico a Europa Press después de que se hivieran virales imágenes de la emblemática playa viguesa llenas de este tipo de dispositivos, y de las protestas por la 'privatización' de parcelas en la arena.