Mikonos y Santorini son "el infierno" para los griegos, según un corresponsal

Mikonos y Santorini son "el infierno" para los griegos, según un corresponsal

Grecia se enfrenta a un dilema con el turismo en masa.

Mikonos en una imagen de archivo.Getty Images

Grecia se enfrenta a un dilema. Por un lado, el turismo es una parte indispensable de la economía del país. Por otro lado, una parte de la comunidad local está abrumada por la cantidad de turistas que, especialmente durante los meses de verano, acuden en masa. 

En 2023, según Reuters, llegaron casi 31 millones de turistas al país, que a su vez tiene una población de poco más de 10 millones. Por ello, durante una rueda de prensa el fin de semana, el primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, presentó varias medidas para aprovechar el pico del turismo.

Grecia impondrá una nueva tarifa de 20 euros a cada turista que desembarca de un crucero en la isla de Santorini o en la de Mikonos durante la temporada alta de verano, en un intento de atajar las consecuencias negativas del turismo masificado.

Mitsotakis había avanzado el pasado sábado, durante un discurso en la Feria Internacional de Tesalónica, que su Gobierno introducirá un impuesto a todos los visitantes de crucero que desembarcan durante la temporada alta en las islas griegas.

"(Esta tarifa) será más alta en Santorini y Mikonos, y menor en el resto de las islas griegas", señaló Mitsotakis, y recalcó que la base del desarrollo turístico debe ser "la protección del entorno natural único" de Grecia.

En las dos citadas islas, ambas situadas en el archipiélago de las Cícladas, residen unos 40.000 habitantes, pero el año pasado fueron visitadas por unos 7 millones de turistas, según datos de sus respectivos ayuntamientos a los que tuvo acceso EFE.

El Gobierno planea también regular el número de cruceros que pueden llegar a diario a ciertas islas para evitar el fenómeno que se registró este verano en Santorini, cuando en algunos días arribaron dos cruceros simultáneamente, de los que desembarcaron unos 16.000 turistas que inundaron la isla en pocas horas.

Impuesto sobre los alquileres a corto plazo

Por otro lado, a partir del próximo año se aumentará entre abril y octubre un impuesto sobre los alquileres a corto plazo, los hoteles y otros alojamientos, añadió Mitsotakis al referirse a las medidas planificadas para frenar los efectos nocivos del turismo masificado.

"Una buena parte de estos ingresos se devolverá a las comunidades locales para que mejoren su infraestructura con el fin de hacer frente a la carga (de turistas) que reciben cada verano", prometió.

Muchas de las islas turísticas griegas afrontaron este verano una seria escasez de agua durante la alta temporada, ya que sus redes de suministro no pueden hacer frente a la inmensa demanda. En este sentido, el líder conservador señaló que se darán incentivos para el desarrollo de los cultivos en invernadero, que son muy productivos y al mismo tiempo gastan una cantidad mucho menor de agua que los cultivos tradicionales.

En cuanto a la crisis de vivienda que afronta Atenas, agravada por el turismo, Mitsotakis anunció que "a partir de ahora" y durante un año se prohibirá el establecimiento de nuevos alquileres a corto plazo en el centro de la capital griega. "El derecho de ganar dinero de uno no puede obstaculizar el derecho a tener una vivienda del otro", recalcó el líder conservador.

Mientras, el corresponsal del canal de televisión danés TV 2, Sultan Coban, que reside en Grecia, en la isla de Samos, durante los meses de verano, afirma que "para los griegos, Mikonos y Santorini son el infierno". 

"Aquí, donde estoy, echan de menos más turistas. Pero al mismo tiempo, también hay otro grupo que teme mucho que Samos termine como una de las islas más turísticas si recibe demasiada atención", agregó. Muchos griegos también temen que el gobierno se haga cargo y que ya no haya lugar para los locales. Como ha ocurrido en Santorini y Mikonos.