Pocos saben el poder de colocar unas simples pinzas de la ropa sobre el cabezal de la ducha
Realizar este truco solo te llevará dos minutos.
Convertir tu ducha diaria en una experiencia de lujo es sencillo con este pequeño truco. Para ello, tan solo harán falta algunas pinzas y un aceite esencial, como el de eucalipto, lavanda o romero. Se recomienda que las pinzas sean de madera, ya que retienen el olor y la fragancia durante un mayor periodo de tiempo.
El primer paso será colocar el aceite esencial escogido sobre las pinzas, procurando que queden bien impregnadas de este líquido. Después, se deben colocar las pinzas en el cabezal de la ducha para que cuando el vapor de agua suba comiencen a liberarse los aromas.
También se pueden poner en la puerta de la ducha o en la cortina, siempre y cuando la posición escogida permita que el calor y la humedad entre en contacto con la pinza y así el olor aromático invada tu experiencia.
Puedes variar de fragancia conforme vayan cambiando las estaciones o según tu propio estado de ánimo o gustos. Por ejemplo, en verano puedes utilizar aromas como el limón o la menta, ya que aportan sensación de frescor. Mientras tanto, en invierno puedes optar por aromas más cálidos, como la canela o el jengibre, por su efecto calmante y reconfortante.
Realizar este pequeño truco no solo resultará bastante económico, sino que también se trata de una alternativa natural y ecológica frente a los productos comerciales, que a menudo suelen contener una amplia variedad de compuestos químicos.