Piden que nadie se olvide del gesto que marca la diferencia al brindar: demuestra tus buenas intenciones
No dejes de hacerlo.
A quién no le ha pasado alguna vez que al brindar un amigo o familiar le echaba en cara que no valía si no lo hacía mirando a los ojos. Justo de este tema hablan en Ouest-France. Y el asunto no es banal. Se remonta, de hecho, a la Edad Media.
En la antigüedad, siempre se solía beber en compañía de alguien, y se miraba a los ojos a la otra persona a la hora de brindar para comprobar las buenas intenciones y si se estaba estresado o no. ¿Pero buenas intenciones por qué?
Entonces, cuando se brindaba, los líquidos podían pasar de un vaso a otro, y al mirar a los ojos al otro se podía adivinar si uno quería meterte veneno en la copa. Era una señal de confianza.
Es verdad que, según señalan en el citado medio, es difícil comprobar con absoluta certeza esta historia. Hay quien dice que lo de mirar a los ojos es pura superstición. Quién sabe.