Ni para poner el azúcar ni para apoyar la taza: este es la función del plato debajo del café

46 millones de tazas de café son las que se consumen en los hogares españoles cada día, de acuerdo a los datos de la Asociación Española del Café. La tradición cafetera de España se deja ver en cualquier rincón o establecimiento, siendo una de las bebidas más consumidas en nuestro país.

Mucho se sabe de sus beneficios, incluida su propiedad para alargar la vida gracias a uno de sus componentes, el harmol, al igual que de sus distintas formas de consumirlo: con leche, cortado, americano, capuccino, carajillo y un largo etcétera. 

Algo común independientemente del tipo de café que consumas según su elaboración, si eres de los que te gusta beberlo en cafeterías, bares o restaurantes, es que la taza se sirve con un plato justo debajo. 

El motivo por el que la taza de café lleva un plato debajo

A priori, se puede pensar que el motivo responde a una cuestión estética. Aunque bien es cierto que un plato siempre aporta ese toque decorativo, el motivo de peso es que hace que se enfríe esta bebida.

Y es que una imagen que puede saltar a la mente por sus referencias cinematográficas es al típico personaje ilustre beber directamente esta infusión del plato. En el siglo XVIII no se utilizaban ni tan siquiera tazas. Se hace uso de platos hondos, con más hueco, que hacían que el brebaje se repartiera más fácilmente por el mismo y se enfriara más rápido, evitando así que quien lo probase se quemara la lengua al primer sorbo.