Ni por un terremoto ni por estética: este es la única razón por lo que la Torre de Pisa está inclinada

Ni por un terremoto ni por estética: este es la única razón por lo que la Torre de Pisa está inclinada

En 1990, la torre fue cerrada al público como medida de seguridad.

Pisa, Italy - August 17, 2014: The Leaning Tower of Pisa in the Square of Miracles (Piazza dei Miracoli).PhotoFires via Getty Images

La Torre de Pisa, uno de los monumentos más icónicos del mundo, ha capturado la imaginación de millones debido a su característica inclinación. Este fenómeno, que ha sido objeto de fascinación y preocupación a lo largo de los siglos, tiene sus raíces en la inestabilidad del suelo sobre el que se construyó.

La construcción de la torre comenzó el 9 de agosto de 1173, en un periodo de prosperidad para la ciudad de Pisa. Sin embargo, ya en 1178, cuando se había completado el tercer piso, la torre comenzó a inclinarse hacia el norte. Esta inclinación inicial se debió a los cimientos débiles y al subsuelo inestable, compuesto principalmente de arcilla y arena. La construcción se detuvo durante casi un siglo debido a las guerras entre Pisa y sus estados vecinos, lo que permitió que el suelo se asentara y evitó un colapso inmediato.

En 1272, el arquitecto Giovanni di Simone retomó la construcción, añadiendo cuatro pisos más. Para compensar la inclinación, los ingenieros construyeron los pisos superiores con un lado más alto que el otro, lo que resultó en la característica curva de la torre. Sin embargo, la construcción se detuvo nuevamente en 1284 tras la derrota de Pisa en la batalla de Meloria. La última planta, que alberga el campanario, fue añadida en 1372 por Tommaso di Andrea Pisano, quien logró combinar elementos góticos con el estilo románico de la torre.

A lo largo de los siglos, la inclinación de la torre continuó aumentando, alcanzando los 5,5 grados en 1990. Este aumento de la inclinación llevó al gobierno italiano a solicitar ayuda internacional en 1964 para evitar el colapso de la torre. En 1990, la torre fue cerrada al público como medida de seguridad, y se llevaron a cabo extensos trabajos de estabilización entre 1993 y 2001. Estos trabajos incluyeron la eliminación de 70 toneladas métricas de tierra y la adición de contrapesos de plomo, lo que redujo la inclinación a 3,97 grados y estabilizó la estructura.

La torre fue reabierta al público el 16 de junio de 2011, después de 20 años de trabajos de restauración. Los ingenieros anunciaron que la torre había dejado de moverse por primera vez en su historia y que se mantendría estable durante al menos 200 años. Este logro fue posible gracias a la combinación de técnicas modernas de ingeniería y un profundo respeto por la historia y la arquitectura del monumento.

La Torre de Pisa no solo es un testimonio de la habilidad y la perseverancia de los ingenieros medievales, sino también de los esfuerzos modernos para preservar este patrimonio histórico. La torre y la catedral de Pisa, de la que forma parte, son consideradas joyas del arte románico y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.

A lo largo de su historia, la torre ha sido objeto de numerosas intervenciones para corregir su inclinación. En el siglo XIX, Alessandro della Gherardesca excavó un camino alrededor de la base de la torre para hacerla más visible, lo que causó una inundación y un aumento de la inclinación.

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La Torre de Pisa sigue siendo un símbolo de la ciudad y una atracción turística de renombre mundial. Su inclinación, que alguna vez fue vista como un defecto, ahora es celebrada como una maravilla de la ingeniería y un testimonio de la capacidad humana para superar desafíos aparentemente insuperables.