Ni 091 ni 112: el número exclusivo de la Guardia Civil que pocos conocen

Ni 091 ni 112: el número exclusivo de la Guardia Civil que pocos conocen

Un recurso clave que puede marcar la diferencia en situaciones críticas, pero que aún es un gran desconocido para muchos.

Un agente de la Guardia CivilGUARDIA CIVIL

El número de teléfono 800 009 662 no es tan conocido como el 112 o el 091, pero su importancia en la lucha antiterrorista lo convierte en una herramienta crucial para la Guardia Civil. Esta línea, gratuita y confidencial, se utiliza para recibir información ciudadana que pueda ayudar a prevenir amenazas terroristas, reforzando la seguridad nacional.

Este número se ha diseñado específicamente para permitir a los ciudadanos informar de cualquier actividad sospechosa relacionada con el terrorismo. Lo gestiona directamente la Guardia Civil, que toma todas las medidas para proteger tanto la confidencialidad del informante como la seguridad pública. Cualquier dato aportado puede ser vital en la prevención de posibles ataques terroristas y se trata con la máxima prioridad.

El 800 009 662 es clave en el actual marco de prevención porque facilita que cualquier ciudadano, sin necesidad de identificarse, colabore con la Guardia Civil proporcionando datos que puedan ser relevantes para evitar atentados. Esta colaboración es crucial, ya que muchas veces los indicios de terrorismo pueden ser percibidos por personas ajenas a las autoridades, y su rápida notificación puede salvar vidas.

Con este número, la Guardia Civil refuerza su estrategia antiterrorista, subrayando que la seguridad es una responsabilidad compartida entre las autoridades y la sociedad civil. A diferencia de números como el 112, que gestionan una amplia variedad de emergencias, el 800 009 662 está exclusivamente dedicado a la detección y prevención del terrorismo.

La Guardia Civil en la lucha antiterrorista

La Guardia Civil ha estado a la vanguardia de la lucha contra el terrorismo desde la creación, en 1978, de la Unidad Antiterrorista Rural (UAR). Esta unidad, que más tarde se convertiría en el Grupo de Acción Rápida (GAR), ha jugado un papel clave en la neutralización de amenazas tanto en España como en misiones internacionales.

El GAR, cuya base está en Logroño, se desplegó inicialmente en el País Vasco y Navarra en 1980, en respuesta al aumento de actividad terrorista en esas regiones. Su misión prioritaria era la lucha contra ETA y el apoyo a las Unidades Territoriales y la Jefatura del Servicio de Información. Con el paso de los años, el GAR ha adaptado sus capacidades y estrategias a las nuevas amenazas, incluyendo el terrorismo yihadista.

Este grupo de élite ha participado en misiones en lugares tan diversos como Bosnia, Kosovo, Afganistán, Jerusalén, Haití y Líbano, entre otros, demostrando su capacidad de respuesta rápida en situaciones de gran riesgo tanto dentro como fuera de España.