Marruecos reconoce abiertamente su amenaza a España por el plan automovilístico
Se ha consolidado como un actor clave en la industria automovilística mundial.

Marruecos ha logrado progresivamente consolidarse como un actor clave en la industria automovilística mundial, desafiando la posición de España, considerada durante décadas un pilar de la producción europea. Con un crecimiento anual superior al 12% y una producción que supera el medio millón de unidades, el país norteafricano está atrayendo inversiones estratégicas y reconfigurando el equilibrio del sector.
En 2023, España bajó del octavo al noveno puesto mundial en producción de vehículos, con una caída del 15%, informa Melilla Hoy. Esta tendencia se acentúa con la pérdida de modelos icónicos, como el Citroën C4, cuyo ensamblaje será trasladado de Madrid a Kenitra.
Las razones de este cambio son diversas. En primer lugar, la mano de obra marroquí, con salarios promedio de 600 euros mensuales, es una ventaja competitiva importante. Por otro lado, Marruecos ofrece costes energéticos más asequibles y regulaciones medioambientales más flexibles en comparación con las exigencias europeas. A su vez, la transición hacia la electrificación en España requiere costosos esfuerzos de adaptación, ralentizando algunas producciones.
Gracias a una política industrial proactiva y a inversiones estratégicas, Marruecos ha desarrollado un ecosistema automovilístico competitivo. Entre sus principales centros de producción destacan:
- Fábrica de Somaca (Renault). Activa desde 1959, fabrica modelos como el Dacia Logan y el Sandero.
- Planta de Tánger (Renault). Inaugurada en 2012, produce el Dacia Sandero, el Jogger y el Renault Express.
- Planta de Kenitra (Stellantis). Abierta en 2019, elabora el Peugeot 208 y los micromodelos Citroën Ami, Opel Rocks Electric y Fiat Topolino. Pronto acogerá la producción del Citroën C4.
Este dinamismo ha convertido a Marruecos en el principal productor de automóviles en África, con ambiciones de integrarse a la cadena de valor global. Sin embargo, la competencia se intensifica con la llegada masiva de marcas chinas al mercado europeo. Fabricantes como BYD y Chery buscan esquivar los aranceles estableciendo plantas en países como Marruecos y Turquía, lo que podría debilitar aún más la posición de España.
Con este desafío por delante, España debe revisar su modelo industrial para mantener su lugar entre los principales productores automovilísticos del mundo. La electrificación ofrece una oportunidad, pero también un reto que exige grandes inversiones y una rápida adaptación a los nuevos estándares.