Los científicos ya no tienen ninguna duda: ahora se acercan los inviernos gélidos
La erupción de la volcán submarino Hunga Tonga se va a percibir en la otra punta del mundo durante años.
Los países nórdicos podrían enfrentar fríos extremos en los próximos inviernos, algo que no se veía desde los años noventa. Así lo anticipa una reciente investigación encabezada por el climatólogo australiano Martin Jucker, que predice una caída en las temperaturas invernales en Escandinavia de 1 a 2 grados para 2030. Según Jucker, “se esperan inviernos más fríos hasta finales de esta década”, lo que implica un regreso a las condiciones invernales de las décadas de 1970 y 1980, cuando gruesas capas de hielo cubrían el mar Báltico y las bajas temperaturas predominaban.
La inusual causa de esta tendencia es un fenómeno ocurrido en el sur del Pacífico hace tres años. En enero de 2022, la erupción de la volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai lanzó una enorme cantidad de vapor de agua a la estratosfera, equivalente a 60.000 piscinas olímpicas, lo que aumentó la humedad en esta capa de la atmósfera en un 10 %. Este vapor actúa como gas de efecto invernadero, atrapando calor, aunque ahora ha comenzado a enfriarse y a descender hacia las capas bajas de la atmósfera, afectando el clima en Europa y, especialmente, en Escandinavia.
Para Escandinavia, este cambio climático puede marcar el regreso de los inviernos extremos y sus efectos, como el espesor de la capa de hielo en el Báltico. La última vez que se usaron rompehielos en el estrecho de Kattegat y el mar de Øresund fue en el invierno de 1996. Sin embargo, las predicciones de Jucker y sus colegas indican que la región podría volver a enfrentar estas condiciones en breve.