'Las Menin@s del siglo XXI': la historia del cuadro que no gana concursos pero arrasa en internet
La obra de Juan Antonio Romero no ha dejado indiferente a nadie.
Las Meninas de Diego Velázquez es una de las obras más conocidas y admiradas de la historia del arte español. Esta representación de la familia de Felipe IV que hizo a mediados del siglo XVII el pintor sevillano atrae cada año a millones de personas al Museo del Prado. Y por eso, tratar de replicarla o versionarla es un reto para el que muy pocos están capacitados, aunque sí que hay artistas que lo consiguen.
Uno de ellos es Juan Antonio Romero, un artista gaditano de 63 años que tras dedicarse toda la vida al mundo de la ingeniería lleva una década dando rienda suelta al arte que lleva dentro. Él se ha atrevido a dibujar en acuarela las que ha bautizado como Menin@s del siglo XXI, que replica el cuadro original, pero con la familia real actual para presentarlo al 59 Concurso de Pintura y Escultura Reina Sofía del 2024 que organiza la Asociación Española de Pintores y Escultores.
"Voy mucho al Museo del Prado y todos los años voy a la exposición del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura en la Casa de Vacas. Entonces quería participar en ese concurso desde hace un par de años y una vez que fui al Prado y vi Las Meninas se me ocurrió hacer una reinterpretación en homenaje a la reina Sofía por su labor y el papel que ha tenido", explica el autor, que tardó tres meses en completar la obra.
Aunque no ha sido finalmente seleccionada para pasar ni a la exposición ni llevarse el premio de ganador, algo que le supuso una decepción, el cuadro de este artista sí que se ha convertido hasta el momento en la que más repercusión mediática ha tenido. Desde que la publicara en su perfil de Instagram (@jar_artist) se ha hecho viral tanto en esta red social como en X.
Para verlo en directo, se puede hasta el próximo día 29 de febrero, ya que está expuesto junto a otras obras de este pintor en la madrileña galería Mahely Espacio Creativo (@mahelyespaciocreativo). Además, en este espacio, también se puede disfrutar de otras obras suyas, así como del mural que pintó en la fachada como homenaje a la historia de la pintura y a las mujeres pintoras discriminadas.
De la incertidumbre de Juan Carlos a la rebeldía de Froilán
Romero, una vez tuvo clara la idea, comenzó a investigar y a buscar fotos que le encajaran en los personajes que quería incluir en la obra. Tras dos semanas de bucear en este mundo hasta encontrar con las imágenes que más le encajaban, comenzó a dibujarlas según le interesaban.
Con el homenaje a Sofía de fondo, este pintor contemporáneo, especializado también en arte urbano, quiso rodearla de todos sus nietos, que están mirando a Felipe VI y Letizia, que aparecen reflejados en el espejo del fondo, como ocurre en Las Meninas de Velázquez con los reyes Felipe IV y Mariana de Austria.
En el centro de la imagen, como si de la infanta Margarita de Austria se tratara, se encuentra Leonor, rodeada por su hermana Sofía y su prima Victoria Federica, que hacen el papel de María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco. A la izquierda de la composición se encuentra Irene Urdangarín y “su gesto de inocencia”, mientras que detrás de la reina emérita están sus hermanos Juan, Miguel y Pablo.
Froilán, imitando al original Nicolasito Pertusato, se encuentra a la derecha dando una patada al labrador negro que le regalaron a Sofía: “Cuando vi el personaje original y vi que está dando una patada al perro me dije que el más inquieto de todos y el que más encaja es Froilán. Estuve buscando fotos y vi una después de una caída en la que llevaba una tirita en la cabeza, así que lo hice así. Es el más travieso de todos”.
Su hermana, Victoria Federica, sostiene un móvil debido a su papel de influencer. “Como está cogiendo fama como influencer la puse como acompañante, pero mirando su móvil, un poco al margen”, prosigue, añadiendo que los personajes llevan ropa moderna, pero con aires del siglo correspondiente.
Sin embargo, todos los ojos van al rey emérito Juan Carlos I, que se encuentra en la puerta de entrada a la habitación, aunque no se sabe si entra o si sale, igual que con el hombre misterioso que pintó Velázquez hace más de cuatro siglos.
“El personaje misterioso del cuadro es Juan Carlos I, que no se sabe si entra o se va y representa la itinerancia que está teniendo el rey en estos últimos tiempos. No quería ser polémico, pero me viene perfecto porque el personaje en el cuadro original no se sabe si entra o si sale y el que más encajaba era él, porque no se sabe si va a Abu Dabi o si viene a España a ver a su familia”, describe.
Romero, además, aclara que las edades no son las actuales ni se corresponden con la relación que hay en la realidad, si no que ha cogido las que mejor le venían para su dibujo. Todas, salvo Victoria Federica, están pintadas en unas edades todavía pequeñas, para seguir con la temática de meninas.
Sin ánimo de polémicas
Aunque representar a la monarquía siempre es un tema espinoso, este artista rápidamente esquiva cualquier polémica. Únicamente ha querido realizar un cuadro en homenaje a la reina Sofía para un certamen que lleva su nombre.
“No quiero ser polémico, yo quería reflejar la escena original, que es familiar y en la que se puede observar cómo miran a Velázquez mientras pinta el cuadro de los reyes. La cosa es que cada personaje está pensado a raíz de la situación familiar que tiene porque tiene su vida e intento reflejarla”, se justifica.
También explica que el hecho de que no estén ni la infanta Elena ni la infanta Cristina se debe únicamente a un tema de saturación de espacios, ya que “hay muchos personajes, más que en el original, y si las añadía se iba a perder más el foco de lo que buscaba”. “Pero si la Casa Real le apetece que las añada lo hago sin problema porque las puedo poner detrás de Pablo, Juan y Miguel”, añade.
Además del homenaje a Sofía, también quiere destacar la figura de Diego Velázquez: “Pensé en poner mi cara donde Velázquez, pero me acabó pareciendo demasiado presuntuoso, así hago un homenaje a él también”.
A pesar de sus palabras y de sus justificaciones, es consciente que uno de los motivos por los que no ha podido ser seleccionado es precisamente el tema elegido, tal y como se lo han hecho saber algunos compañeros suyos que han destacado el cuidado y la elegancia de su pieza. “Pero igual son criterios artísticos, no dan ningún detalle en la notificación”, matiza.
No se ha puesto en contacto nadie de la Casa Real
En 2016 y mientras trabajaba en la empresa Navantia, una obra suya ya fue entregada como regalo a la Casa Real. Ese cuadro representaba a Juan Sebastián Elcano entrando en la Bahía de Cádiz y, tras darle el original, todas las embajadas de España en el mundo tienen una réplica.
Ahora, casi una década después, Romero sueña con que un nuevo cuadro suyo pueda acabar en manos de la Casa Real. De momento nadie se ha puesto en contacto con él, pero no cierra la puerta a que pueda pasar, ya que es una obra que podría encajar.
“Si contactaran conmigo sí que me gustaría que estuviera ahí. Por eso, voy a esperar unas semanas a venderlo a ver qué pasa con la exposición y por lo mediático que está siendo”, confiesa, poniendo un precio por horas y materiales no inferior a los 6.000 euros.
Consiga o no que llegue a la Familia Real, Romero sí que puede decir que ha conseguido satisfacer sus pretensiones y sus mayores deseos: que la gente disfrute con su arte igual que él disfruta pintándolo.