Las matronas, otra vez desbordadas en verano: "Es muy frustrante querer atender bien a las mujeres y no poder"

Las matronas, otra vez desbordadas en verano: "Es muy frustrante querer atender bien a las mujeres y no poder"

Las profesionales de hospitales o centros sanitarios son relegadas a los paritorios, mientras que las de Atención Primaria tienen cupos de más de 20.000 mujeres.

Matrona asistiendo un parto.Getty Images

Las matronas desempeñan uno de los trabajos más importantes que hay en el mundo: ayudar a traer vida al mundo de forma segura y cuidar a las mujeres a lo largo de su vida, acompañándoles en cada etapa. A cambio, sienten que no reciben más que indiferencia.

Paloma Repila, matrona y portavoz del del Sindicato de Enfermería (SATSE), denuncia en el HuffPost la dramática situación que están viviendo las matronas en España, que no dan abasto, principalmente durante la época estival, cuando tienen que cubrir las agendas de sus compañeras o ni siquiera pueden irse de vacaciones. "La situación de estas profesionales pende de un hilo, y en verano estalla", precisa.

"Es la única especialidad que realmente tiene competencias reconocidas por directivas comunitarias, que están ya integradas en el ordenamiento español, y el año pasado el trabajo de las matronas fue reconocido por la UNESCO como un bien inmaterial de la humanidad", recuerda, recuerda Mª Ángeles Rodríguez, también matrona y portavoz de la Asociación Española de Matronas, quien también lamenta que esto no sea suficiente para que se invierta en mejorar el estado de esta profesión.

Desgaste físico y mental

El informe Profesionales de Enfermería. Oferta-Necesidad 2010-2025 publicado por el Ministerio de Sanidad apunta que hay una ratio de 12 matronas por cada 1.000 nacimientos en España, menos de la mitad que la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con 25 por cada 1.000 nacimientos. Con estos datos, España se coloca a la cola de Europa, solo por delante de Hungría, Rumanía y Eslovenia.

Como consecuencia, los hospitales o centros de salud se están quedando sin matronas, que quedan relegadas "al sitio donde es obligado tenerlas, que es en los paritorios". Pero la situación es especialmente grave en Atención Primaria, donde las profesionales tienen que manejar cupos de entre 30.000 y 50.000 mujeres.

"Si quieres atender bien a las mujeres, necesitas tiempo y tener un número realista de mujeres en tu cupo, no a 20.000 mujeres a las que no puedes llegar", reflexiona Raquel Ortega, matrona en Atención Primaria en un centro de salud de Torrejón de Ardoz (Madrid), quien añade que se pueden crear listas de espera de dos meses.

La profesional cuenta que hay días en los que ni siquiera puede ir al baño y que hay compañeras que renuncian a sus vacaciones para poder atender al mayor número de personas posible. Por su parte, otras profesionales se ven obligadas a desplazarse en una misma jornada para trabajar en dos centros diferentes. En ocasiones, también son las propias pacientes las que tienen que ir a un lugar más lejano para ser atendidas.

Estas condiciones imposibilitan la conciliación familiar y afectan gravemente a su salud mental: "Es muy triste y muy frustrante querer atender bien a las mujeres y no poder". Por ello, tanto Ortega como algunas de sus compañeras han tenido que acudir a un centro de atención al profesional sanitario que ofrece la Comunidad de Madrid.

En algunos casos, incluso han tenido que parar un tiempo: "Yo acabé de baja. Ahora estoy con una reducción de jornada porque necesitaba un respiro y alejarme de lo mal que funciona el sistema y de todo el estrés. Y tengo ahora mismo a una compañera de baja, a otra que acaba de salir de una baja por este motivo".

Sin relevo generacional

Un factor que agudiza el problema son las insuficientes plazas de formación sanitaria especializada. "Este año hay 18 plazas menos y todavía no sabemos muy bien por qué ni a qué obedece", destaca Repila. Pero este problema no es nuevo, sino que comenzó hace 30 años, apostilla Mª Ángeles Rodríguez: "Hay más de 12.000 plazas acreditadas para formación de matronas. En estos 30 años, se han ofertado 3.000 menos".

Asimismo, las profesionales recuerdan que las escuelas permanecieron cerradas durante casi diez años por no cumplir con la normativa europea. "El Gobierno, en su irresponsabilidad, cerró las escuelas de matronas en vez de acomodar los programas como hicieron todos los países que se adhirieron a la comunidad económica europea", recalca Rodríguez.

Debido a esto, no ha habido relevo generacional en estos años, y Ortega cree que la situación irá a peor: "En los próximos años, muchas matronas se van a jubilar y no va a haber suficientes para reemplazar. Lo vivimos ya desde hace tiempo y cada año es peor".

¿Desconocimiento o indiferencia?

Algunos comentan que los líderes políticos no actúan ante esta situación debido a su desconocimiento, algo que desmiente Mª Ángeles Rodríguez al asegurar que han trasladado todos los datos y reclamaciones tanto al Gobierno central como a las Comunidades Autónomas, pero que nadie responde: "Van tirando la pelota de unos a otros". "Es desesperante, ya no sabemos qué hacer", concluye.

Pero no se van a rendir, sino que seguirán luchando por sus derechos. "Como sindicato profesional tenemos la pelota en nuestro tejado, tenemos que hacer ruido, presionar y hacer que la ciudadanía nos conozca", clama Paloma Repila.

Entre las peticiones que realizan estas profesionales se encuentran mejores condiciones laborales, mayor organización por parte de las instituciones para cubrir vacaciones o bajas, más plazas en formación y la clasificación en un nivel profesional A1, que les daría la oportunidad de acceder a puestos más importantes.

Lucha por todas las mujeres

Las matronas no solo reivindican sus derechos, sino que tratan de luchar por todas las mujeres de la sociedad y su bienestar. "Las matronas tienen un problema, pero no es suyo exclusivamente. El principal problema es la repercusión que tiene en la sociedad, en la salud de las mujeres", defiende Mª Ángeles Rodríguez.

Y es que el papel de estas profesionales en nuestra sociedad va mucho más allá del acompañamiento en el parto. Tienen funciones fundamentales a lo largo de la vida de las mujeres que pasan desapercibidas. "La faceta de la matrona que no es la de atender partos es muy desconocida. Cuando las mujeres vienen a mi consulta y la conocen me dicen 'no sabía que las matronas hacéis todo esto'", explica Ortega.

"Somos matronas de calidad dedicadas a toda la salud sexual y reproductiva. Llevamos temas obstétricos, pero también ginecológicos. Y no queremos que se nos relegue a los paritorios o a los años fértiles", detalla. Estas son algunas de las labores menos reconocidas que pueden llegar a realizar:

  • Temas de anticoncepción para concienciar a la población.
  • Prevención de enfermedades de transmisión sexual, especialmente en gente joven, mediante una práctica sexual segura.
  • Charlas en colegios para explicar a las niñas qué es la menstruación y hablarles sobre higiene o salud menstrual.
  • Acompañamiento durante todo el proceso del embarazo, y después de este, tanto a la madre, o cuidador del bebé, como a su entorno.
  • Acompañamiento durante el climaterio, un período de transición en la vida de la mujer, entre la etapa reproductiva a la no reproductiva, que se inicia unos cinco años antes de la menopausia y puede durar de 10 a 15 años. Es una de las etapas más duras porque las mujeres pueden llegar a sentirse muy solas y desconcertadas.
  • Colocación de pesarios, un dispositivo para evitar que se les caiga el útero a las mujeres, sobre todo a las más mayores.