Gasta dos millones de euros para lograr la "vida eterna" y confirma el gran error: "Es importante reconocer los fracasos"
Ahora se ha dado cuenta de que utilizaba un fármaco que no debía utilizar.

El nombre de Bryan Johnson le resultará familiar a no muchos. Pero sí lo sea, quizás, su 'plan' para acercarse a la inmortalidad a través de una inversión sin fin.
Este magnate tecnológico proyectó un presupuesto anual de dos millones de dólares (prácticamente la misma cantidad en euros) para retrasar su reloj biológico con ideas como trasfundirse la sangre de su hijo o sometiéndose a un intercambio de plasma completo. Pero ahora se ha dado de bruces con la realidad.
Porque en su más reciente confesión en su canal de YouTube, este empresario podría haber descubierto que todo lo hecho simplemente ha actuado al revés de como le gustaría: adelantando su reloj biológico.
A sus 46 años, Bryan Johnson explicó que se ha equivocado con un cálculo en el consumo de un fármaco llamado rapamicina. Este es un inmunosupresor utilizado en tratamientos experimentales antienvejecimientos.
Amparándose en estudios antiguos, el empresario optó por administrarse más rapamicina, pero en vez de mejoría ha notado úlceras, heridas que no cicatrizan bien o problemas de glucosa y colesterol. Previos del gran susto, un fuerte aumento de su ritmo cardiaco en reposo.
Por si fuera poco, ahora la Universidad de Yale ha publicado otro estudio que refuta aquellos en los que se apoyó Johnson. La rapamicina no solo no retrasa el envejecimiento, sino que lo acelera en 16 marcadores epigenéticos.
Un 'hallazgo' que ya empieza a sentir él, como ha querido revelar en su propia cuenta. "A quienes se ríen en casa, me río con ustedes [...] Es importante reconocer los fracasos", explicó recientemente tirando de ironía para explicar su gran error.