Las frases de los conquistadores españoles que los peruanos no pueden quitarse de la cabeza
Las mismas también son muy frecuentes en España.
1492 es una de las fechas claves de la historia mundial. El viaje que Cristóbal Colón emprendió en busca de una nueva ruta comercial que cruzara el Atlántico llevó al descubrimiento de América.
Esta hazaña abrió la puerta al mundo y sirvió para que prosiguiera el avance hacia nuevos territorios del continente. Así, tras años duros de exploraciones y con el beneplácito de Carlos I, en 1532 se culminó la conquista de Perú liderada por Francisco Pizarro.
La llegada paulatina de españoles a tierras peruanas a la largo de la historia ha tenido su influencia en la gastronomía, la lengua, las creencias, las expresiones artísticas pero también en el lenguaje y en el calado de determinadas frases en el imaginario colectivo peruano.
Las festividades católicas se fusionaron con las tradiciones indígenas -razón por la cual alrededor de los 80% de los peruanos se definen como católicos-, la gastronomía del país americano está formada por alimentos traídos por los españoles, tales como el trigo, la cebolla, el ajo o las aceitunas; y el arte virreinal se impuso en las iglesias, dando cuenta de la diversidad cultural que reinaba en el Perú colonial.
Frases de los conquistadores españoles que los peruanos siguen usando
En lo que respecta al lenguaje, el idioma oficial de Perú es el español. En el habla coloquial de sus gentes todavía se conservan frases y expresiones propias de esos tiempos de conquista:
- Fila india: también muy frecuente en España, se utiliza para referirse a la formación de una fila con las personas perfectamente alineadas una detrás de otra. La expresión tiene su origen en la táctica guerrera de los indígenas norteamericanos. En su lucha contra los colonizadores europeos, estos nativos empleaban esta estrategia de colocación de todos sus combatientes para que los enemigos se confundieran y no supieran, a ciencia cierta, el número de personas que estaban luchando.
- Andá al carajo: el 'vete al carajo' que decimos los españoles también es frecuente en Perú hoy en día. La expresión, empleada como insulto o para manifestar malestar o frustración ante un determinado hecho o algo que se ha dicho, tiene un origen marítimo. En los barcos de vela, el carajo es ese pequeño espacio situado en la punta más alta del mástil. Debido a las condiciones del mar y el aislamiento que suponía estar en ese lugar, el carajo era un sitio indeseable, donde era más que frecuente marearse, y al que ningún marinero quería ir.