Las expresiones que diría un canario enfadado y en el resto de España no entienden
Es mejor que no te las digan.
El carácter canario es amable. Se les define como personas sencillas y humildes. Por norma general, se muestran abiertos y conciliadores con los demás, no les gusta mirar por encima del hombro y cumplen en su trabajo. La hospitalidad y la conciliación van generalmente en su ADN.
Cada persona es un mundo, de eso no hay la menor duda, y esta definición general de la personalidad de los oriundos de Canarias quizás no te defina o no definan a los canarios que has conocido. Se dice también de ellos que son pacíficos, pero, a pesar de esa tranquilidad que les caracteriza, también sacan a relucir su genio en una discusión.
Más allá de las típicas expresiones como 'lo que tú digas', 'vete a la mierda', 'déjame en paz', es posible que un canario cabreado te suelte una serie de expresiones propias del léxico de la comunidad autónoma:
- '¡Me cacho en la pera!': '¡No me lo puedo creer!'
- '¡Me voy a partir la cara!': '¡Le voy a partir la cara!'
- '¡Me quiten de aquí!': '¡Me largo de aquí!'
- '¡Me voy a dar de comer a los chuchos!': '¡Lo voy a tirar a la basura!'
- '¡Arráyate un millo y déjame tranquilo!': '¡Vete a freír espárragos y déjame tranquilo!'.
- '¡Está caliente como un macho, mejor vete!': '¡Está muy enfadado, mejor que te vayas!'.
Asimismo, otras palabras utilizadas en frases denotan un tono despectivo. Entre ellas se encuentran cachanchán, que define a una persona adulona y servil con dicho tono; chifleta, para referirse a una persona chiflada o alocado; o chinguango, que hace referencia a una persona boba o atontada, entre otras muchas. De este modo, si un canario te dice, enfadado, ‘cállate, que eres un chiguango’, mejor que le pidas perdón.