En dos semanas Doñana vivirá de nuevo la tragedia
Y será en la laguna de Santa Olalla.
La Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) prevé que a mitad de agosto, en unos 20 días, vuelva a secarse la laguna más grande del Espacio Natural de Doñana, la de Santa Olalla, por segundo año consecutivo, lo que demuestra el "grave estado" en el que se encuentra este sistema lagunar.
Santa Olalla, ha informado la EBD-CSIC en un comunicado, es la laguna más grande de Doñana y se alimenta principalmente del agua subterránea del acuífero; es considerada una laguna permanente, es decir, al contrario que otras lagunas más pequeñas, mantenía agua durante todo el año.
Eso cambió en 2022 cuando a finales de agosto, finalizando el ciclo hidrológico, Santa Olalla se quedó sin agua ante una de las desecaciones más intensa que había sufrido hasta entonces; la laguna ya se había secado por completo en dos ocasiones anteriores, pero nunca en periodos tan largos de sequía extrema.
Este año la imagen previsiblemente se volverá a repetir y mucho antes que el año anterior, lo cual evidencia "la situación crítica en la que se encuentra el sistema de lagunas de Doñana, que da refugio a una gran biodiversidad y que constituye uno de los ecosistemas más valiosos del espacio protegido", han advertido.
Ante ello, la ICTS-Reserva Biológica de Doñana ha instalado una cámara en la zona de la cubeta que fue la última en secarse el año pasado para monitorizar periódicamente su estado. La ciudadanía puede observar la retransmisión en directo a través de su página web.
La evidencia científica constata que la sequía es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta el sistema lagunar de Doñana, pero también la sobreexplotación del agua del acuífero que lo sustenta.
En un estudio publicado recientemente por la EBD-CSIC, se constata que casi el 60 % de las lagunas que existían en los años 80 han desaparecido ya. Además, el mismo estudio revela que el 80 % se secan antes de lo esperado por la precipitación y un 84 % se inundan menos de lo esperado por las condiciones climáticas, lo que demuestra que la actividad humana está alterando su equilibrio natural.
En otro estudio, la EBD-CSIC ha revelado que la progresiva colonización terrestre de las cubetas de las lagunas debido a la escasa inundación es un buen indicador de su deterioro. Muchas de las lagunas de Doñana ya tienen sus cubetas repletas de pinos y matorrales, lo cual atestigua su imposible recuperación, y en el caso de Santa Olalla, imágenes satélite constatan que la vegetación terrestre ya ha empezado a colonizarla.