La RAE elimina repentinamente estas palabras y casi nadie se ha dado cuenta
Mucho se habla de las nuevas palabras que se unen al diccionario, pero poco de las que van desapareciendo.
La Real Academia Española (RAE), fundada en 1713, tiene como propósito normalizar el idioma y establecer un estándar. Esta misión es compleja, ya que, además del español hablado en España, hay millones de hablantes en Latinoamérica.
Cada vez que la RAE anuncia nuevas palabras aceptadas en el diccionario, suele ser objeto de juicio y escarnio público debido a la controversia que generan estas decisiones. Parte de su labor de actualización incluye eliminar términos que, generalmente por desuso, desaparecen del diccionario.
¿Por qué se eliminan palabras del diccionario?
El lema de la RAE es «limpiar, fijar y dar esplendor» al idioma español. Esta tarea no siempre es sencilla en la práctica. El español es un idioma vivo que cambia y se adapta al uso cotidiano de la gente.
En cuanto a las palabras eliminadas del DRAE, se puede debatir si es apropiado o no según varios criterios. Recientemente, algunos términos han sido eliminados, aunque quizá todavía tenían uso entre ciertos hablantes.
- ¡Caracoles!: ¡Caramba!
- Ensangostido: Angustiado.
- Galdrufa: Trompo, peonza.
- Gaudio: Gozo, alegría.
- Gelo: Hielo.
- Guiñarol: Aquel a quien hacen señas con los ojos.
- Marcelino: Perteneciente a marzo.
- Mercadantesco: Mercantil.
- Yoglar: Juglar.
Estas son solo algunas de las palabras que han desaparecido del diccionario de la RAE, reflejando ciertas tendencias en los criterios de la institución. Los términos arcaicos que ya no se utilizan casi nunca pierden su lugar en el DRAE. Algunos creen que estos términos aún forman parte del idioma, pero la Academia los elimina como parte de su proceso de gestión terminológica.
En los últimos 100 años, cerca de 2800 palabras se han eliminado del diccionario, mientras que se han añadido otras por su relevancia en el lenguaje actual, como «viral» o «selfi». Estas nuevas palabras pueden proceder del inglés o de otros orígenes, y también se consideran los usos en Latinoamérica.
La sociedad evoluciona y su uso del lenguaje también. Aunque las estructuras gramaticales se mantienen bastante estables a lo largo del tiempo, el léxico tiende a cambiar más rápidamente. Los cambios en el estilo de vida y las costumbres sociales hacen que la gente varíe su forma de expresarse, y es responsabilidad de la RAE reflejar esos cambios en su diccionario.