La piscina natural de Tenerife formada por dos brazos de lava donde gozar de pesca, snorkel y paz
La claridad del agua permite observar la rica vida marina y sus impresionantes fondos rocosos
El Charco del Viento, ubicado en La Guancha, Tenerife, es una de las piscinas naturales más populares del norte de la isla. Este enclave, formado por dos brazos de lava que se adentran en el océano, ofrece un entorno de gran belleza y contraste de colores, donde los visitantes pueden disfrutar de diversas actividades acuáticas y momentos de paz.
A diferencia de otras piscinas naturales de las Islas Canarias, llegar al Charco del Viento es bastante sencillo. Situado en la carretera que lleva al municipio de Icod de los Vinos, el acceso está bien señalizado y asfaltado. A través de las típicas fincas de plátanos, se llega a un amplio aparcamiento y a una escalera reformada que conduce a este tesoro natural.
El Charco del Viento es ideal para la pesca, ya que sus aguas cristalinas y la variedad de especies marinas lo convierten en un lugar perfecto para los aficionados a esta actividad. Además, el snorkel es otra de las actividades destacadas en este rincón de Tenerife. La claridad del agua permite observar la rica vida marina y los impresionantes fondos rocosos, ofreciendo una experiencia única para los amantes del mar.
La tranquilidad es uno de los mayores atractivos del Charco del Viento. A pesar de ser una zona de baño concurrida, especialmente en verano, el lugar mantiene un ambiente sereno y relajado. Los visitantes pueden disfrutar de baños tranquilos en los distintos entrantes, con zonas de arena y otras de rocas, ideales para tomar el sol y desconectar del bullicio diario.
Es importante destacar que, para preservar la belleza y el equilibrio del entorno, se deben seguir ciertas normas de comportamiento. No se deben dejar residuos de ningún tipo, incluidas las colillas, ya que los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados. Tampoco se deben arrojar objetos ni residuos al agua, y es fundamental respetar a los animales, no molestarlos ni alimentarlos. Si se encuentra algún ejemplar herido, se puede avisar al teléfono de emergencias 112.
Además, no se deben arrancar flores o plantas del entorno, ni recoger piedras u otros elementos del medio natural. Tampoco se deben modificar amontonándolas para realizar las tristemente famosas "torres". En las duchas, se recomienda no utilizar jabón y, preferiblemente, usar protectores solares respetuosos con el medio marino. También se debe procurar no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos, como música alta o gritos, ni realizar actividades molestas como los juegos de pelota. Cabe mencionar que las mascotas están prohibidas en muchas de las piscinas naturales, por lo que es importante asegurarse de que se puede llevar antes de visitarlas.
El Charco del Viento es, sin duda, un lugar mágico donde la naturaleza y el mar se encuentran en perfecta armonía. Ya sea para practicar pesca, snorkel o simplemente disfrutar de un día de tranquilidad, este rincón de Tenerife ofrece una experiencia inolvidable para todos sus visitantes.