La cereza española se raja y se asoma a la tragedia
"Esto no lo para nadie".
La crisis que viene sufriendo el cultivo de la cereza en la Sierra de Francia, comarca de la provincia de Salamanca, se ha agravado aún más por el agua "a destiempo" de la pasada primavera, según ha explicado el presidente de la cooperativa de Sotoserra, Joaquín Camaces, al medio La Gaceta de Salamanca.
La cereza está perdiendo presencia frente al olivo y la vid, que crecen en plantaciones, ha asegurado Camaces, quien ha calificado este año como "malo" para la producción de cereza. Los primeros frutos los rajó la lluvia y luego quedó poca producción.
"Se adelantó mucho el año y a primeros de junio ya habíamos acabado. La cereza de fábrica aguanta un poco más, pero por pocos años más. De plaza se coge muy poca, este año, en Sotoserrano, unos 20.000 kilos, y de industria, otros 70.000. Ha sido un año malo", ha afirmado.
En otras localidades la situación es similar. En Santibáñez de la Sierra, por ejemplo, se recogieron 27.000 kilos de cereza de fábrica, según el mismo medio. Por el contrario, de la cereza de plaza, nada. "La picota no se recogió nada por las aguas, se rajaron y pudrieron", ha agregado María Jesús Chorro, presidenta de la cooperativa.
Camaces ha destacado que el proglema sigue creciendo porque "arrancan cerezos y la gente va envejeciendo". Y ha añadido: "Los agricultores están desanimados y se tira más por la aceituna y la vid. La aceituna, por ejemplo, en la última campaña, tuvo un precio de 1,15 euros de media, que fue bueno. Además, allí se puede meter maquinaria y se avanza. La cereza, cada año, va a menos. Esto no lo para nadie".