La boda clandestina de dudosa legalidad que cambió el rumbo de España
Un matrimonio que "se celebró en la clandestinidad después de superar unos cuantos obstáculos".
Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando. No obstante, si ambos no se hubiesen saltado algunas de las normas de la época para poder casarse, es posible que el refrán no llegase a existir y, de paso, que la historia de España fuese completamente diferente.
"El 19 de octubre de 1469, hace 554 años, ocurrió en Valladolid una boda clandestina que cambió el rumbo de la historia de España. Fue la de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, futuros Reyes Católicos, quienes se casaron sin apenas conocerse, en una ceremonia secreta, sin ningún tipo de suntuosidad", apuntan en el podcast Despierta tu Curiosidad, donde le dedican un episodio a narrar cómo se fraguó la boda.
La boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, que entonces tenían 18 y 17 años respectivamente, se celebró en la clandestinidad después de superar unos cuantos obstáculos, que nada tenían que ver con la corta edad de ambos, algo normal para la época sino más bien porque "se intuía que su unión cambiaría la historia, sentando la primera piedra para la creación de España", explican en el podcast.
Además de los obstáculos políticos (el hermano de Isabel quería que se casase con otro hombre), el motivo principal que impedía el enlace sin permisos era la consanguinidad de los cónyuges, aunque lejana. "Isabel de Castilla y Fernando de Aragón compartían bisabuelos, el antiguo rey Juan I de Castilla y su consorte Leonor de Aragón. Por lo tanto, eran primos lejanos", explican en el episodio de Despierta tu Curiosidad.
Pero los obstáculos no frenaron a los príncipes, que contrajeron matrimonio en la Sala Rica del Palacio de los Vivero, ahora sede del archivo histórico provincial de Valladolid. Isabel y Fernando utilizaron una bula papal falsificada por el cardenal Mendoza que les autorizaba a casarse. Además, el heredero de la corona de Aragón llegó a la ceremonia disfrazado de mozo de mulas para evitar que lo descubrieran.
Aunque ninguno de los dos tenía garantizado el acceso al trono, la boda se llevó a cabo y tuvo un gran impacto en la política española, dando lugar a la creación de la Monarquía Hispánica, que unificó los reinos de Castilla y Aragón.
La boda también tuvo un impacto religioso. Isabel y Fernando eran católicos fervientes y se comprometieron a luchar contra la herejía. Su matrimonio ayudó a consolidar el poder de la Iglesia Católica en España.