El incendio en Castellón calcina ya 4.700 hectáreas y las autoridades temen ahora el "efecto chimenea"
La previsión de que lleguen fuertes rachas de viento de poniente asusta a los servicios de emergencia, que redoblan esfuerzos aprovechando una mejora de las condiciones meteorológicas.
Horas de máximo trabajo en los alrededores de Villanueva de Viver para intentar ahogar el fuego que lleva quemando la zona desde hace una semana. El último cálculo de las autoridades eleva el destrozo natural a 4.700 hectáreas calcinadas en el límite de la frontera entre Castellón y Teruel y ha llegado a tener a más de 1.500 vecinos fuera de sus hogares.
Una mejoría meteorológica en las últimas horas ha permitido a los servicios de extinción mejorar algo la situación, ya más controlada, pero ahora surge un nuevo temor. A la caída de la humedad se le suma, sobre todo, a la posible llegada de fuertes rachas de viento de poniente, que ya se hizo notar en jornadas anteriores aumentando el radio de destrucción.
Estas rachas de viento pueden producir rebrotes con el llamado "efecto chimenea", que genera propagaciones rápidas y grandes columnas de humo que alcanzarían alturas muy elevadas.
Por ello, como adelanta EFE, esta noche de miércoles trabajarán en todo el perímetro del incendio —que supera los 50 kilómetros—, unas 350 personas, a la espera de la incorporación mañana al amanecer de 16 medios aéreos para realizar descargas de agua y retardante.
Aunque en las últimas horas han empezado a regresar a sus domicilios unos 200 vecinos que habían sido desalojados de Villanueva de Viver, Puebla de Arenoso y sus pedanías de Los Cantos y La Monzona, Higueras y Pavías, todavía hay cientos de desplazados, 43 de los cuales permanecen en los espacios habilitados en Segorbe, como detalla EFE.
El regreso de este grupo de vecinos ha sido coordinado por la Guardia Civil en una caravana, si bien antes se ha realizado un trabajo pericial para comprobar que estos núcleos urbanos disponían de agua, luz y condiciones de habitabilidad.
La última reunión del puesto de coordinación de esta tarde ha sido presidida por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha felicitado a todos los responsables de los cuerpos que trabajan en la extinción y se ha comprometido a telefonear a los presidentes de las regiones que han enviado medios.
Los focos que más preocupan son los mismos que en las últimas horas, es decir, el situado entre Montán y Montanejos y el de Fuente la Reina.
"Mañana tendremos un día muy complejo, con viento de poniente que dejará rachas de hasta 70 kilómetros por hora y una humedad relativa por debajo del 20 %. Eso significa riesgo extremo, y probablemente habrá que reforzar todo el gran trabajo hecho hoy", ha apuntado José María Ángel, quien advierte de que es todavía pronto para determinar cuándo podrán regresar a sus casas el resto de los vecinos desplazados.