Hito sin precedentes del plátano de Canarias contra con la contaminación

Hito sin precedentes del plátano de Canarias contra con la contaminación

La fruta canaria por excelencia es una de las grandes aliadas si hablamos de sostenibilidad.

Plátano de Canarias en una imagen de archivo.Getty Images

El plátano de Canarias es el mejor aliado para las islas en la lucha contra las emisiones de CO2 a la atmósfera. Sí, leen bien. La fruta canaria por excelencia es la mejor opción para el archipiélago en la misión global de reducir la contaminación gracias a las más de 8.500 hectáreas dedicadas al cultivo de los plátanos entre todas las islas.

En el año 2022, la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias consiguió renovar el Certificado AENOR de Huella de Carbono de CO2 Calculado, con el que se confirma oficialmente el cálculo de la huella de carbono del plátano canario.

De acuerdo con los datos obtenidos tras analizar las emisiones de CO2 del plátano canario, se advirtió que cada uno de ellos tiene un valor para las islas de -76,26 gramos de CO2 por kg de plátano. Esto significa que cada plátano obtenido en Canarias absorbe más de CO2 del que genera.

Así, el sector del plátano de Canarias es el único sector agrícola de España que cuenta con una certificación de este tipo, desde su origen hasta su exportación y gestión de residuos.

Además, hay que destacar que desde hace una década, el sector del plátano ha reducido las emisiones de dióxido de carbono a menos de la mitad. Mientras que en año 2013, las emisiones por plátano eran de 249 gramos, en el año 2022 ya eran de 120,71 gramos por kilo.

Esta diferencia es aún más grande -y positiva para el plátano autóctono- si se compara con los importados, que pueden llegar a emitir hasta 1kg de CO2 por cada kilo de producto, todo ello debido a la cantidad de recursos adicionales que se requieren para trasladar el producto: camiones, avionetas fumigadoras, transporte, etc.

Por todo esto, se puede decir de forma contundente que el plátano de Canarias colabora de forma decisivo a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en las islas, y por lo tanto, es considerado como un gran aliado ecológico y sostenible.