El Gobierno trasvasará agua a la zona de Doñana
La ministra para la Transición Ecológica también ha comunicado la autorización para la concesión anual de 3 hectómetros cúbicos de agua al año que reduzca el abastecimiento a partir de pozos subterráneos.
Agua para Doñana. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado este jueves durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Ejecutivo iniciará, a la menor brevedad posible, las obras para la conexión de la demarcación hidrográfica del Tinto Odiel Piedras hacia la zona de Matalascañas.
El fin último, ha asegurado Ribera, es la reducción inmediata del abastecimiento de agua que el enclave onubense realiza a través de las tomas de agua subterráneas. Al mismo tiempo, la ministra ha anunciado la concesión de tres hectómetros cúbicos de agua anuales con el fin de reforzar esta iniciativa.
Antes del anuncio, la ministra ha remarcado que se trata de una obra cuya autoría corresponde al gobierno autonómico andaluz. Sin embargo, Ribera ha proseguido diciendo que el impulso de estas obras se corresponde con las peticiones de ayuda que ha realizado la propia autonomía.
La iniciativa de ampliar zonas de regadíos en el entorno natural ha provocado el reproche de la oposición, el Gobierno central y hasta la Comisión Europea, que advierte de sanciones. Un peligro que el PP quiere evitar en las inminentes y claves elecciones.
Doñana y la situación de sequía que atraviesa ha sido uno de los puntos de más fricción entre el gobierno andaluz del popular José Manuel Moreno Bonilla y el Ejecutivo debido a la nueva ley de regadíos autonómica, que pretende legalizar decenas de tomas ilegales de aguas subterráneas.
Esas tomas serían las causantes, según las organizaciones ecologistas y la comunidad científica, de la situación de sequía que atraviesa el parque. El asunto ha levantado tal polvareda que hasta la Comisión Europea ha tomado cartas en el asunto.
La polémica trajo el cambio climático al centro de la precampaña electoral para las próximas elecciones municipales y autonómicas, levantando un gran revuelo y obligando a Moreno Bonilla a paralizar el plan hasta después de los comicios.
Desaladoras y agua reutilizada
La ministra también ha defendido que la lucha contra la sequía y sus consecuencias es una de las prioridades del Gobierno, señalando que entre 2023 y 2027 se planea invertir 22.000 millones de euros en esta materia de los cuales 10.000 son competencia directa del Estado.
En la misma línea que las obras anunciadas para Doñana, Ribera ha comunicado que se van a destinar 200 millones de euros para la construcción de desaladoras en el levante almeriense y en Málaga, así como otra en Tordera (Barcelona) con un valor de 224 millones de euros. Estas obras no estarán finalizadas este verano, ha informado la titular de Transición Ecológica, pero ha matizado que se trata de obras orientadas al largo plazo.
Otra de las grandes prioridades de España para paliar las sequías cada vez más recurrentes, ha proseguido la ministra, orbita en torno a la potenciación de la reutilización de las aguas urbanas para mejorar la eficiencia de los recursos hídricos. En la actualidad, según Ribera, en España se reutiliza el 10% del agua, un porcentaje que se espera duplicar hasta el 20% en 2027.
