Estas son las consecuencias de dormir con la calefacción encendida
Perjudica la calidad del sueño.
A pesar de que la factura del gas o de la luz se puede poner por las nubes, hay quienes no renuncian a dormir con la calefacción encendida. Para los más frioleros, las mantas o los nórdicos no son suficientes si quieren descansar totalmente calientes.
No obstante, esta práctica no es del todo recomendable para la calidad del sueño. Los expertos apuntan a que una temperatura excesivamente alta en el espacio disminuye la producción natural de melatonina, la hormona del cuerpo encargada de producir ese efecto conciliador.
La activación de la misma se incita con la oscuridad y el descenso de la temperatura, de ahí que los científicos apunten y que, probablemente hayas notado, que se rebaja la temperatura corporal una vez acostado. Esa sensación se produce por el proceso de vasodilatación, que favorece el flujo de la sangre e incita a buscar el frescor.
Este apunte científico explica también por qué nos resulta más complicado conciliar el sueño durante el verano, debido a las altas temperaturas, además de la importancia de no mirar el móvil u otros aparatos electrónicos momentos antes de dormir.
Esta es la temperatura ideal para dormir
La temperatura ideal para dormir es de 18º. Tener la calefacción encendida a más grados que estos se puede traducir en dolores de cabeza, dificultades para concentrarse, fatiga, cansancio y despertares más complicados.
De esta forma, si no quieres que el hecho de dormir caliente conlleve un mal día a la mañana siguiente, lo más aconsejable es bien dejar la calefacción apagada o regularla como mucho a la temperatura mencionada.