Se extiende la moda del laurel en el radiador
Su aroma es embriagador.
La bajada de las temperaturas ha hecho rescatar a más de uno las batas, mantas y nórdicos de lo alto armario para dormir sin pasar frío. Habrá otros que, más allá de emplear estos recursos, ya hayan encendido la calefacción.
En los días gélidos de invierno y otoño, la vivienda se convierte, más si cabe, en refugio. No dejar escapar el calor es para algunos prioritario. No obstante, aplicar esta regla a raja tabla puede llevar aparejado una reducción de los tiempos de ventilación.
Así, esta relación tóxica entre el confort de hogar y ventilar cuando los termómetros marcan temperaturas por debajo de los 10º hacen aflorar los malos olores, más si se vive en viviendas pequeñas o estudios en los que no hay paredes para separar las estancias.
Una hoja de laurel en el radiador
Ante ello, un truco que cada vez está más de moda es colocar una hoja de laurel en el radiador. La razón es sencilla: con el calor, las hojas de la planta desprenden un aroma fresco y agradable que además ayuda a rebajar los niveles de estrés y ansiedad.
El simple gesto es ya tendencia, y es que en estos últimos meses del año en los que los gastos se disparan por las reuniones familiares y la compra de regalos, ahorrarse unos euros en ambientadores, perfumes y otras fragancias para el hogar no viene nada mal.