Esta es la fábrica en el fin del mundo capaz de convertir el CO2 en piedra
Un ambicioso proyecto que entra en una segunda fase en la que pretende multiplicar los resultados ya obtenidos.
Una fábrica capaz de convertir el CO2 en piedra. Esta es la gran capacidad que presenta la empresa suiza Climeworks en su planta situada a media hora de Reikiavik, la capital de Islandia.
Los planes son ambiciosos. Con la segunda planta de este tipo, la compañía aspira a eliminar millones de toneladas de dióxido de carbono en los próximos años y hasta 2030.
Se trata de una segunda planta, Mammoth, situada a metros de la original, conocida como Orca, que entró en servicio en septiembre de 2021 en un campo de lava solidificada.
La actividad se apoya en 12 contenedores, que están ventilando el aire en este entorno volcánico activo para extraer CO2 mediante un proceso químico que se alimenta por el calor procedente de una planta geotérmica cercana. Todo está en conexión en esa zona.
El plan empresarial pasa por instalar próximamente 72 unidades cuya misión será comprimir este gas y disolverlo en agua para luego inyectarlo bajo tierra.
Este gas disuelto se lleva hasta unos 700 metros de profundidad, donde entra en contacto con el basalto, una roca volcánica porosa rica en calcio y magnesio, que provoca un proceso de mineralización del CO2.
En un lapso de dos años dicho gas consigue alterar su condición, llegando a almacenarse en el subsuelo rocoso de forma sostenible.