España cierra las puertas al hincha de fútbol amenazado de muerte por el equipo rival
Todos los recursos presentados por el solicitante han sido denegados hasta el momento.
Para millones de personas en todo el mundo el fútbol es el deporte más bonito del planeta. Catalogado por todos como el deporte rey, mueve ingentes masas de personas en cualquier rincón del mundo, motivadas por la pasión y la euforia, pero también por el fanatismo y hooliganismo más bestia.
No es extraño conocer sucesos en los que, debido a enfrentamientos entre los grupos más radicales, se notifiquen actos violentos que se salden con heridos graves o incluso muertes. Por suerte, en España es cada vez menos común, aunque eventualmente se producen este tipo de disturbios ante los que, muchas veces, ni los propios cuerpos de seguridad pueden mantener el orden.
Pero si hay un continente en el que este tipo de situaciones es mucho más habitual es, sin duda, en Sudamérica, donde la pasión desmedida y el radicalismo más exacerbado provoca graves desórdenes que se saldan con muertes.
Una de estas tristes historias, que tuvo lugar hace casi seis años en dicho continente, tiene como protagonista a un hombre que, antes de un encuentro al que había acudido con un familiar, se encontró con un grupo de hinchas del equipo rival que comenzaron a atacarles con palos, piedras y hasta armas blancas, llevándose la vida de uno de ellos, que apareció muerto pocas horas después.
Por suerte, el protagonista de esta historia logró huir con vida, pero sometido a amenazas de muerte -tanto a él como a su familia- si denunciaba los hechos o los daba a conocer a las autoridades. Ante este escenario, este aficionado decidió salir de su país y viajó a España, donde solicitó asilo internacional ante la Policía Nacional, algo que no le ha sido concedido por ningún tribunal hasta el momento.
Se enmarca en el ámbito de "delincuencia común"
Según argumentan los tribunales, al no tratarse de una persecución por motivo de "raza, religión, nacionalidad u opiniones políticas", no se encuentra amparado por las leyes internacionales. Tras la primera negativa, presentó un recurso a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, que también tiró abajo dicha petición.
Tras esto, le queda un último recurso al Tribunal Supremo, aunque todo hace indicar que la resolución será la misma que hasta ahora, y no podrá acogerse a la condición de refugiado. Otro factor que alegan los jueces es que no se puede asumir que en su país de origen existe una "genérica situación de conflicto".
Según argumenta la Audiencia Nacional, "el argumento de la existencia de un clima general de inseguridad permitiría a todos los habitantes o residentes en ese país acogerse a la protección internacional, con independencia de su concreta situación de hecho". Por tal motivo, los jueces sostiene que este caso se enmarca en "el ámbito de la delincuencia común", algo que no está contemplado en los supuesto para conceder asilo a una persona de otro país.