España se lanza a por el AVE de Marruecos

Marruecos ha puesto en marcha un nuevo plan para aumentar sus líneas de ferrocarril y renovar sus trenes con un presupuesto de cerca de 35.000 millones de euros. España ya se ha puesto manos a la obra para tratar de adjudicarse el proyecto. Pero tiene un claro rival en esta batalla: Francia. 

Fue en la cumbre hispano-marroquí, que tuvo lugar en el mes de febrero, cuando surgieron las conversaciones entre ambos países. El Ministerio de Transportes informó a Marruecos de que habría varias empresas nacionales interesadas en llevar a cabo los diferentes proyectos que van a desarrollarse próximamente en el país africano.

Tras una reunión entre Raquel Sánchez y los ministros Mohammed Abdeljalil (Transportes y Logística) y Nizar Baraka (Infraestructuras y Agua) se firmó un Memorando de Entendimiento, con el objetivo de colaborar en el transporte, principalmente en el ferrocarril y sus infraestructuras. Pero también en las ampliaciones de los aeropuertos de Tánger, Marrakech y Agadir, y las mejoras de diferentes puertos. 

1.100 kilómetros de alta velocidad

Marruecos pretende transformar su red ferroviaria, para lo que va a invertir casi 35.000 millones de euros hasta el año 2040. Su objetivo es crear 1.100 kilómetros de líneas de alta velocidad, entre las que destacan las que unirán las ciudades de Kenitra y Casablanca con Marrakech -que posteriormente se pretende expandir hasta Agadir- y la que se construirá entre Rabat y Oujda. Y también comprar cien trenes para que cubran estos nuevos servicios.

Además de la alta velocidad, el país africano quiere también añadir 1.600 kilómetros a la red convencional de ferrocarril. Y, ya en el mar, su objetivo es unirlos también con nueve puertos marítimos. Para ello, su presupuesto es de más de 2.000 millones de euros, que se emplearán en las obras hasta 2025. 

Pero, además de las empresas españolas, también están interesadas las francesas. Y la relación entre ambos países es algo que delata la Historia. De hecho, el gobierno francés ya movilizó mil millones de euros de crédito para financiar la primera línea de alta velocidad de Marruecos, que comenzó a operar en 2016. Así que la batalla no ha hecho más que empezar.