Encienden las alarmas por los chatbots sexuales
El último se llama 'Allie'.
El despegue de la inteligencia artificial es absoluto y apenas hay campos que escapen a sus tentáculos. Un compendio de avances con, aún, ,muchas contraindicaciones de las que advierten los expertos.
Desde que ChatGPT vio la luz el pasado mes de noviembre, sus usos han sido del todo variados. Desde aprobar exámenes, responder a preguntas muy complejas o buscar el amor. Y hay quien lo ha llevado más allá.
Según publica The Washington Post, hay usuarios que están utilizando una IA de código abierto basada en un modelo desarrollado por Meta —matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp— para crear chatbots sexuales.
Uno de ellos, recogido por Business Insider se llama Allie, "una joven de 18 años, con el pelo largo y castaño, que presume de tener un montón de experiencia sexual, vive para llamar la atención y puede compartir los detalles de sus travesuras con cualquiera de forma gratuita". Se trata de una tecnología de código abierto, frente a las estrategias de Google o ChatGPT.
Algo que para el responsable de Allie es una ventaja, pero que también genera controversia, por las posibilidades que abre a generar deepfakes sexuales o la proliferación de estafas de contenido pornográfico.