El tren más alto de Europa se encuentra al lado de España y te conduce a un lago enorme a 2.000 metros de altura

El tren más alto de Europa se encuentra al lado de España y te conduce a un lago enorme a 2.000 metros de altura

Un recorrido que parece sacado de un cuento de hadas.

Petit train d'Artouste.Getty Images

Los trenes siempre han sido más que simples medios de transportes, son ventanas móviles que nos permiten descubrir paisajes ocultos, conectar destinos y despertar el espíritu aventurero. De hecho, algunos trayectos no solo conectan ciudades, sino que nos conducen a la naturaleza en su forma más pura e incluso parecen trasportarnos a otra dimensión. En este sentido, ¿sabías que el tren más alto de Europa se encuentra relativamente cerca de España?

Situado en la vertiente francesa de los Pirineos, a tan solo media hora de la frontera con nuestro país, se alza el Tren de Artouste (Petit train d’Artouste en francés), una joya del turismo de montaña que ofrece una experiencia única. Considerado el tren más alto de Europa, su recorrido a más de 2.000 metros de altura lleva a los viajeros por paisajes impresionantes y salvajes, culminando en un destino que parece sacado de un cuento de hadas.

Se trata de un trayecto de más de 10 kilómetros de vías que se materializa en 55 minutos de viaje y que atraviesa túneles y acantilados con vistas espectaculares de los valles y montañas. El final del recorrido es el lago de Artouste, un increíble embalse de aguas cristalinas que te dejará sin palabras. Muchos amantes de la naturaleza se desplazan hasta esta ubicación privilegiada para hacer un picnic mientras pasean por la orilla.

De uso industrial a turístico

El Tren de Artouste fue construido originalmente en 1924 y fue primeramente concebido como herramienta para transportar trabajadores y materiales durante la construcción de la presa de Artouste. Este proyecto hidroeléctrico estaba pensado para aprovechar la energía de los ríos de montaña, pero el terreno era tan malo que no había caminos que facilitaran el transporte de la maquinaría. Por ello se decidió crear una línea ferroviaria de vía estrecha para facilitar el acceso a los obreros.

En 1929 se completaron los trabajos y la presa queda terminada pero, en vez de desmantelar el tren, se decidió mantener como una atracción turística debido al enclave tan impresionante que lo rodeaba. De esta forma, en 1932 el tren comenzó a operar con un enfoque más turístico, ofreciendo a sus pasajeros la posibilidad de disfrutar de un paisaje único en los Pirineos.

Una experiencia sin igual

Después de pasar por diversas obras, destinadas tanto a la mejora de sus instalaciones como a la comodidad de sus viajeros, hoy en día el tren es un atractivo turístico muy popular. Esta joya del transporte acoge a miles de visitantes cada año, tanto locales como internacionales, especialmente durante la temporada de mayo a octubre.

Titania
Titania
Santander

Eso sí, para vivir esta experiencia deberás coger primero el teleférico de Sagette (Telecabina de Artouste), que te lleva desde el lago de Fabrèges hasta la estación de salida del tren. Esta subida dura aproximadamente 15 minutos y también ofrece unas impresionantes vistas de las montañas. En definitiva, un viaje en este emblemático tren es, sin duda, una manera inolvidable de explorar la belleza de los Pirineos.