El río más grande del mundo no tiene ni un solo puente: investigadores confirman que es lo mejor que le puede pasar al ser humano

El río más grande del mundo no tiene ni un solo puente: investigadores confirman que es lo mejor que le puede pasar al ser humano

El río Amazonas. GTRES

El río Amazonas, que serpentea a lo largo de al menos 6.400 kilómetros, ostenta el título de uno de los más largos del mundo, pero también es único por otra razón: no cuenta con un solo puente oficial a lo largo de su vasto recorrido. Esta ausencia plantea una pregunta obvia: ¿por qué no se han construido puentes para atravesar este colosal río?

Una de las razones principales, según el Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH Zurich), es la escasa necesidad de cruzar el Amazonas. Walter Kaufmann, profesor de ingeniería estructural en el ETH, explicó en 2022 que "no existe una necesidad suficientemente urgente para construir un puente". La densidad de población en las profundidades de la selva tropical es baja, y las infraestructuras como carreteras son prácticamente inexistentes, a diferencia de las ciudades donde los puentes son esenciales, como Londres o Oporto.

Además, los retos técnicos y logísticos complican aún más la posibilidad de construir un puente en esta región. El suelo blando y la vegetación implacable de la selva tropical representan un desafío importante. Según Kaufmann, cualquier estructura que no sea diseñada meticulosamente corre el riesgo de ser consumida por las duras condiciones ambientales y la densa vegetación.

El Amazonas también es testigo de cómo las infraestructuras humanas pueden ser reclamadas por la naturaleza. Un ejemplo destacado es la carretera BR-319, que conecta Manaos con Porto Velho a través de 870 kilómetros de selva virgen. Construida durante la dictadura militar brasileña en los años 70, fue abandonada en 1988 debido al elevado coste de mantenimiento y el rápido deterioro causado por las condiciones extremas del entorno.

Sin embargo, algunos expertos creen que la ausencia de puentes y carreteras es, en última instancia, beneficiosa para preservar el Amazonas. La construcción de infraestructuras suele abrir la región a una mayor explotación, como la tala y la minería. Estudios recientes señalan que el 95% de la deforestación en el Amazonas ocurre dentro de un rango de 5,5 kilómetros de una carretera.

Carlos Souza Jr., investigador y coautor de un estudio publicado en Remote Sensing, advirtió que las carreteras actúan como "arterias de destrucción", facilitando el acceso de madereros y maquinaria pesada. Utilizando inteligencia artificial y análisis de imágenes satelitales, se identificaron más de 3,4 millones de kilómetros de caminos rurales, muchos de ellos ilegales, que están fragmentando y degradando el paisaje amazónico.

Mientras el Amazonas permanece sin puentes, su riqueza natural y biodiversidad siguen bajo amenaza constante. La decisión de mantenerlo libre de grandes infraestructuras podría ser clave para su preservación frente a la creciente presión de la actividad humana.

Comentar:
comentar / ver comentarios